El Pleno aprobó ayer los nuevos criterios de interpretación
del PGOU propuestos por el consejero de Fomento, Juan Manuel
Doncel, que vio refrendada por unanimidad su propuestas para
la urbanización de Plaza Nicaragua y con el respaldo de UDCE-IU
la relativa a la aplicación de las normas urbanísticas en
los nuevos edificios. Sólo el PP le apoyó con la Manzana del
Revellín.
La Manzana del Revellín podrá acoger el Mercado Central de
Abastos si así lo decide finalmente el Gobierno con los
informes técnicos que ha encargado al respecto y el 10% de
su superficie (aparcamientos excluidos) se reservará para
uso comercial-terciario después de que el Pleno refrendara
ayer la propuesta de nueva interpretación del Plan General
de Ordenación Urbana (PGOU) que le presentó el titular de
Fomento, Juan Manuel Doncel. La propuesta iba, en realidad,
dentro de otra aún más amplia que incluía una nueva
interpretación de las normas urbanísticas sobre “las normas
de circulación interior de los edificios” que por su
preocupación por las condiciones de accesibilidad mereció
también el respaldo de UDCE-IU (el PSOE se abstuvo).
Por unanimidad se aprobó la propuesta de Doncel sobre la
futura ordenación urbanística del entorno de la Plaza
Nicaragua, donde el Gobierno pretende hacer viable la
conexión entre ese área y las calles Teniente Coronel
Gautier y Romero de Córdoba “y posibilitar la ejecución de
una plaza pública”. Sólo el portavoz de UDCE-IU, Ali, pidió
al consejero una “actuación” en la zona próxima de Arroyo
Paneque para mejorar su estado.
Más sustancia tuvo, aunque menos de la esperada, el debate
sobre la Manzana, en el que Ali volvió a defender la
expropiación sobre un justiprecio “para acabar con las
suspicacias y las sospechas”, opción que por primera vez la
Ciudad, a través de Doncel, dijo no descartar completamente.
Por lo demás, el consejero no se salió del discurso de
“respeto escrupuloso a los criterios técnicos y la
legalidad” que viene defendiendo sobre este asunto.
Enfrente, Ramírez (PSOE) fue la más dura con las posiciones
del Gobierno, a quien acusó de hacer las cosas “tarde y mal”
y de pretender hacer del complejo de Siza “una mezcla de
Salón de actos, mercado y galería comercial” y de su
propuesta de zona comercial “una pura invención”.
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