En las últimas semanas estamos
viviendo una encarnizada guerra mediática protagonizada por
algunos medios de información locales empeñados en demostrar
la existencia de una presunta desunión en el Gobierno local
y en la formación que lo sustenta a través de la publicación
de una serie de informaciones relacionadas con algunos
miembros del Ejecutivo de Juan Jesús Vivas.
Estas informaciones señalan la existencia de una división
interna en el Gobierno de la Ciudad provocada por las
desavenencias existentes entre el Jefe de Gabinete y algunos
consejeros cuando la realidad es diametralmente opuesta.
Quizás la respuesta a esta campaña podríamos encontrarla en
el proceso de adjudicación de licencias para la Televisión
Digital Terrestre o en la hegemonía del “cuarto poder”.
Con esta expresión me refiero a los medios de comunicación
por su extraordinaria influencia sobre la ciudadanía ya que,
no se limita a reflejar la opinión pública en la que
supuestamente se basa toda democracia, sino que puede crear
esa misma opinión pública, proporcionando la casi totalidad
de la información con la que ésta cuenta en cualquier
momento dado.
La lucha por alcanzar el predominio en la prensa local es
histórica pero la llegada de las nuevas tecnologías y, en
particular de la TDT ha reavivado las hostilidades
alcanzando de lleno a los miembros del Gobierno de la
Ciudad.
En definitiva, la ciudadanía debería recopilar todas las
informaciones publicadas sobre la concesión de las licencias
para la TDT y extraer sus propias conclusiones a través de
una profunda reflexión desenmascarando a los protagonistas
de esta brutal ofensiva y los verdaderos motivos de esta.
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