La “sensibilidad social” y la
“inversión” son las guías que marcarán el Presupuesto
General de la Ciudad el año próximo, cuyo montante total,
empresas y organismos dependientes incluidos, alcanzará los
290’4 millones de euros, un 11’07 por ciento más que este
año.
Todo ello se encuentra fijado en un borrador que se
presentará a su aprobación el próximo día 19 en Sesión
Plenaria Extraordinaria con el deseo de que este sea un
documento con un amplio grado de consenso social, que vaya
más allá de política, y responda, sobre todo, a las
verdaderas necesidades de la ciudad de Ceuta durante el
ejercicio en el que estará vigente. Esa es la idea del
Gobierno de la Ciudad Autónoma que muestra así la exención
absoluta de cualquier bizca condición política inherente de
los incapaces de comprender, por extensión, todo tipo de
sensibilidades coherentes y objetivas.
Sumar es mejor que restar o dividir. La suma significa más y
eso en Ceuta significa mucho atendiendo a la realidad
latente de una sociedad viva y heterogénea que no se ancla
en subjetividades, ni se apresta a ser excluida para
favorecimiento de una sóla ‘clase’.
El llamado ‘bien general’ ha de entenderse así. El futuro de
Ceuta y de los ceutíes debe prevalecer [siempre debió ser de
ese modo] por encima de cualquier actitud partidista [bizca]
de entender la política. El Gobierno es de todos y para
todos, no sólo para unos pocos. Por lo que el grado de
sensibilidad y de generosidad mostrados al compartir con la
oposición el desarrollo final de los Presupuestos Generales
de la Ciudad, ha de considerarse como un avance absoluto en
los modos de hacer, antes poco o nada conocidos.
Que UDCE-IU haya participado es loable, que el PSOE ceutí ni
siguiera haya presentado una alegación significa dos cosas,
o bien que está perfectamente de acuerdo con los números, o
que no está si quiera para leer un borrador. Lo veremos el
miércoles.
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