He pasado una buena noche, precursora de la próxima
Nochebuena, en compañía de mis amigos viejos y nuevos. Hemos
platicado de todo un poco y hemos recordado momentos de
nuestra juventud, comparándolos con los de la actualidad…
mucho ha llovido desde entonces. Se llama nostalgia a este
encuentro de recuerdos pasados y la remembranza de
situaciones que el viento de levante se llevó ha dado paso a
una exposición de situaciones políticas y sociales que hoy
en día son inexistentes.
Situaciones tales como la reanudación de las intenciones de
cierto sector de marroquíes en reivindicaciones inútiles
pero que cada vez cobran más fuerza: Son manifestaciones
contra la inexistente ocupación de España de unas tierras
que consideran suya sin fundamento.
Saldrán de Nador, muy cerca, demasiado, de la ciudad hermana
de Melilla con intención de recalar en la costa del islote
de El Perejil a fin de que la opinión mundial centre su
atención en sus demandas contra supuestas invasiones…
¡tantas millas para eso! Teniendo como tienen Melilla a un
paso. Eso se llama, no lo sé, díganlo Vds.
Entraré un poco en divagaciones sobre las manifestaciones de
algunos políticos del PP que defienden al partido en un
estilo comparable a lo que se dice que son más papistas que
el Papa. ¿Cómo pueden hacer esas manifestaciones? ¿Olvidan
que son políticos con varias chaquetas? No creo que ignoren
que la mayoría de la gente del PP han pasado, y pasarán, por
casi todas las siglas del alfabeto español internacional que
hacen referencia a cualquier partido político. El baile de
las siglas en los “curriculums vitaes” de la mayoría de los
miembros del PP están cargados de referencias de otros
partidos que no tienen nada que ver con el que ellos ahora
militan. Chaqueteros los hay y seguirá habiéndolos.
Que ahora declaren que el partido es homogéneo y que nada ni
nadie lo romperá, está en la misma posición que la entonces
Alianza Popular de Manuel Fraga poco antes de que
desapareciera del mapa político español. Y bien es sabido
que cuando los peperos mencionan que no es posible que se
divida su partido, nos están indicando que existen
divisiones internas que harán posible esa división general.
Como en todas partes cuecen habas, en el PP no podía faltar
y pronto veremos qué ocurre en dicho partido.
Bueno, eso es un problema de ellos, no mío. La verdad es que
me importa un pepino que se dividan o no, lo que sí me
importa es la permanencia de elementos poco democráticos
dentro del mismo. Por suerte, en las próximas elecciones
saldremos de duda sobre la continuación de ese grupo
conocido como “los tres mosqueteros del pepepillo” con su
correspondiente D’Artagan ausente por ahora. Al tiempo.
¿Qué pasa, Mariano? ¿Se te ha caído la carta de la manga?
¿Por qué te niegas a participar en el debate con José Luís?
Mucho defrauda este gallego al negarse participar en el
debate propuesto por los socialistas en TVE porque, según el
propio Mariano, es un campo desfavorable para sus intereses.
Lo malo es que los socialistas son tan pacatos que ahora
andan negociando con los peperos un nuevo campo, como si de
dos equipos de fútbol se trataran, con las condiciones
adecuadas al “miedo” escénico de Mariano. De acceder a ello,
rompiendo el primer proyecto de debate, mucho se
aprovecharán de la situación los tahúres de la política
española. Las pretensiones del político del PP son tan
claras que se ve desde lejos la intención de que el pueblo
español, sus ciudadanos, no vean los puntos flacos del que
pretende ser nuestro presidente a partir de marzo próximo.
Sin asesores cerca y dando la cara en directo, Mariano tiene
mucho, pero que mucho, que perder y ello no le conviene. Es
de esos que prefieren atacar a los ausentes para luego decir
que se le ha malinterpretado. Mariano no se caracteriza de
fajador, más bien se disfraza como cierto colaborador de los
medios de comunicación, cuya diarrea mental revuelta con la
bilis de un ulceroso produce paridas tan descomunales como
esperpénticas en su interpretación de la vida política
española. Al pobre, no a Mariano, hay que tolerárselo, la
libertad de expresión así lo aconseja… ¿qué le vamos a
hacer?
|