Pocas cosas, porque faltan escasos
días para que termine el año, pueden suceder ya en este
2007, que empezó con la rabia del atentado de la T- 4 y
finaliza, esperemos que no haya más, con el dolor de la
muerte de dos guardias civiles en territorio francés.
A lo largo de los ya casi 365 días, hemos tenido un año en
el que hubo de todo, pero visto desde la perspectiva de
Ceuta, la fecha clave, la más importante fue la del 5 de
noviembre, cuando SSMM los Reyes de España visitaron
nuestras tierras.
Esa visita, que para Ceuta ha significado mucho, a nivel
nacional y a nivel internacional, puso de manifiesto lo que
es esta tierra y la forma de actuar cuando hay cariño hacia
ella.
No he visto, y suelo ver casi todo, nada en la prensa
escrita, que ponga el mínimo reparo a como actuó la
población ceutí, fuera del estrato social que fuera.
Aquí no se puede decir que este tipo de gentes de Ceuta
actuó así y aquel otro sector actuó de otra manera.
Aquí se dejó ver, se mostró y mostró su personalidad Ceuta
entera, sin distinción de culturas o razas. Eso es lo que
importa.
Pero lo malo de todo esto es que al ir pasando los días hay
quien se olvida de aquello y se vuelve por parte de unos a
la rutina y por parte de otros al cotilleo diario, cuando no
tienen nada bueno o malo que hacer.
Y me molesta, especialmente en estos días, que salga a
escena, una vez más, el asunto de “la manzana”, porque nunca
tan pocos metros cuadrados de terreno dieron tanto que
hablar, proporcionaron tantos dividendos a aquellos que sin
escrúpulo alguno actuaron en política unos meses,
traicionaron a su grupo y, hubo quien, hasta vendió su alma
al diablo, para ir a gastarse los euros o las pesetas en
tierras aragonesas o pirenaicas, sin volver a Ceuta más que
la espalda. De esas traiciones hay muchas, incluso en los
que quedan ahora por estos lares, pero pensando en un
futuro, no muy lejano, estar en la Costa del Sol.
Sería el momento, ahora que aparece, otra vez, “la manzana”
que se revisaran los bienes de quienes, está claro, entraron
en la Ciudad Autónoma con un sueldo y, en menos de cuatro
años, terminaron “como” los ricos del pueblo. Esto en lo que
se refiere a la “manzana” que ha vuelto a salir a escena.
Claro que alguno de estos “listos” y que nunca fue “pájaro
de altos vuelos” sería capaz de decirnos que es que le había
“tocado la lotería”, ahora que estamos en vísperas del
sorteo y es que a cualquiera de esos, ¡¡ Qué suerte
tienen!!, suele tocarles antes de que se haya sorteado o
habiendo jugado tan poco como parece que se juega en Ceuta.
Por cierto, yendo con la lotería, no creo que sea demasiado
creíble cierta encuesta de hace unos días cuando colocaba a
Ceuta en la cola, por habitante, de los que juegan. Es
posible que en esa relación me hubieran incluido a mí y que
por eso haya salido un bajón tan grande, de lo contrario no
me lo explico.
Y ya terminemos el año con villancicos, yo hace dos días le
dedicaba uno, no original mío, sino procedente de la COPE,
de hace varios años, a monseñor Setién. A los ceutíes no les
hacen falta villancicos de esos, porque conocen otros mucho
más agradables. Lo que sí hace falta a los ceutíes y a los
de mi pueblo es que la cesta de la compra no suba el próximo
año tanto como ha subido este. Los políticos, de altos
vuelos, tienen la palabra.
|