Ustedes saben y yo sé, que nos
mientes a todos los niveles y que vivimos en la sociedad de
la desinformación. Absolutamente manipulados y embaucados
por unos medios de comunicación que no son más que palmeros
interesados y agitadores del botafumeiro de sus respectivos
partidos políticos.
Entonces, me pregunto ¿Hay alguna posibilidad entre un
millón de que “alguien” diga la verdad y no lo
“políticamente correcto”? Ahora resulta que, el Lourdes
lingüístico al que estamos obligados para no ser
represaliados, está meditando el prohibir palabras como
“avalancha” cuando, en un fin de semana, desembarcan
trescientos africanos en costas españolas. No hay que decir
“avalancha” porque suena amenazador, a invasión, hay que
decir “contingente de desheredados huyendo de la pobreza y
que acaban en la venta ambulante de artículos pirateados”,
así suena más Light, más amable, porque, en el fondo, el
pirateo tiene su gracia para todos, menos para los
pirateados y las redes de falsificación de marcas hacen que,
cualquier Maruja, luzca ufana un bolsón de Carolina Herrera,
comprado a un senegalés en Puerto Banús. ¿Y que pinta un
senegalés en Marbella? Pues lo mismo que un marbellero en
Senegal dedicado a la lucrativa actividad de vender falso,
solo que, el gobierno de allí es altivo y poco complaciente
con las actividades ilícitas, te meten en chirona y tiran la
llave. ¿Qué si la proliferación de copias horribles de Louis
Vuitton tiene algo que ver con la alarma sanitaria? Por
favor. Ni se debe hacer alusión, ni es correcto, ni resulta
elegante plantearse el que, cuando llegan cien africanos en
un cayuco y son internados en centros, esas personas, antes
de poner un pie en una calle europea, tienen que ser puestas
en cuarentena sanitaria y sometidas a rigurosas analíticas
para constatar si son portadores de enfermedades o
patologías.
Porque no es serio, ni demasiado prudente, el determinar si,
los ilegales, vienen o no con virus o dolencias infecciosas,
mediante el sagaz y científico método de que, la chica de la
Cruz Roja les pregunte mediante señas “¿Tu bien?” El tipo
asiente, porque no va deshidratado, le dan el paquete de
galletas María y el zumo y se le considera “en perfecto
estado de salud”. Y digo yo, que antes de dar el OK el tipo
debería ser sometido a las pruebas de si es portador del
VIH, de la tuberculosis, de enfermedades venéreas, de
patologías dermatológicas e incluso si tiene piojos o
ladillas. ¡Miren que tienen poca vergüenza las autoridades
sanitarias! La Ministra se lanza a una cruzada contra el
humo y en Cataluña, por vez primera en lustros aparece un
brote de sarampión importado por rumanos, la tuberculosis,
erradicada absolutamente en España, crece y se multiplica a
una velocidad vertiginosa, las enfermedades venéreas no
corren, vuelan y cualquier alusión a que, deberíamos entrar
en alerta sanitaria y solo permitir circular libremente a
los inmigrantes que presenten sus cartillas que acrediten
encontrarse en perfecto estado de salud y no presentar un
riesgo para la salud pública colectiva, eso entra dentro del
pantanoso y almibarado mundo del “riesgo de xenofobia”.
¿Y que es xenofobia? Pues un tipo de rechazo, un
sentimiento, un pensamiento que pertenece a la esfera de la
intimidad y que no puede vocalizarse porque te castigan con
dureza. Si, mentalmente, rechazas al diverso y alguien lo
adivina, por muchas razones que amparen tu sentimiento, te
reprimen con saña. Porque está prohibido. Decir que eres
racista porque te sale de los cojones o que eres xenófobo
porque te sale de la punta de tus vergüenzas, está
rigurosamente sancionado. Puedes ser ferozmente
cristianófobo, mofarte de los símbolos sagrados de cualquier
religión, menos de los del Islam, porque te cae encima la
mundial y los ateos son lanzadillos para la blasfemia que
veje al catolicismo, pero no son jilipollas como para
arriesgarse a acabar como Theo Van Gogh, hartos de
puñaladas. Así que ya lo saben. No se pueden tener
pensamientos xenófobos, ni inquietarse porque, los
inmigrantes puedan portar enfermedades infecciosas, porque
si te inquietas es porque eres un racista hijoputa y no te
asustan los virus tropicales sino que, el tipo es de color,
que no negro. El único negro que se admite en España es el
vestidito negro de Givenchy que lucía la bella Audrey en
“Desayuno con diamantes”. ¿Qué los rumanos son blancos como
la leche y trajeron el sarampión a Cataluña? Vale, pero si
se dice es por xenofobia. ¿Qué prolifera la
tuberculosis?¡Pues vacunaros pedazos de jodíos y no quejarse
más! Eso es. Que lo diga la Ministra. Por favor ¿De que
tenemos que vacunar a nuestros niños y a servidores de paso?
Quien pregunta no ofende. Digo yo.
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