El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García- Arreciado,
apostó ayer por la creación de un paso elevado o subterráneo
para separar a los escolares de la senda que siguen los
porteadores hacia el polígono del Tarajal. Todas las
opciones que maneja este pasan por “reordenar
urbanísticamente los entornos del Colegio Príncipe Felipe”.
Arreciado es sabedor de que las soluciones a este problema
pasan por una colaboración con la Ciudad y por ello, desde
ayer se están dando los primeros acercamientos.
Separación física de escolares y porteadores. Es la opción
planteada ayer ante los medios de comunicación por el
delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García- Arreciado, y
que a mediodía transmitió en persona al presidente de la
Ciudad, Juan Vivas Lara. El delegado no escatimó esfuerzos y
anunció su intención de informar de la actuación a
instancias gubernamentales e incluso solicitar su
participación.
Mientras tanto, la presencia policial, con las mismas
dotaciones, se mantendrá en el entornos del Colegio de
Educación Primaria Príncipe Felipe.
Arreciado dio una de cal y una de arena a la Ciudad durante
su intervención, recordando primero que la ordenación del
tráfico de personas y vehículos en los alrededores del
centro es cosa del Gobierno autonómico, aunque felicitando
después a dicha Administración por “cumplir ejemplarmente”.
El delegado defendió el interés de las dos instituciones con
Príncipe Felipe al significar que el día del incidente en la
zona se encontraban tres coches patrulla de la Policía
Local. El propia Arreciado reconoció ayer que, a tenor de
los últimos acontecimientos, “las medidas establecidas entre
las dos Administraciones puede que en algún momento sean
insuficientes para evitar que se repitan los problemas”. Una
vez hecha esa confesión este aprovechó para matizar a
renglón seguido que la dotación policial prevista por la
Ciudad y la Delegación del Gobierno era “suficiente hasta
ahora” y por eso no se han producido cambios.
Los niños siguen sin clase
Por tercera jornada consecutiva las aulas del Príncipe
Felipe estuvieron vacías de estudiantes. Los padres
continuaron negándose a llevar a sus hijos a clase como
protesta por la falta de soluciones y como medida de
proteger la integridad física de los menores.
La decisión de los padres no es compartida por el delegado
del Gobierno. Según este, “ésa es la última medida que un
padre tendría que tomar, y a veces no debía ni
contemplarse”. García- Arreciado reconoció la existencia de
un “problema” pero este no es óbice para que los padres
dejen por unos días sin escolarizar a sus hijos. Por ello
señaló: “Exhortaría a que los niños se reincorporen a clase
porque podrían sufrir un daño innecesario”.
La Inspección del Ministerio de Educación se desplazó ayer
al colegio para, en palabras del director provincia, Juan
José León Molina, “analizar la situación y realizar un
informe exhaustivo”.
El propio León Molina se mostró deseoso de que la actividad
escolar en el Príncipe Felipe se reanude cuanto antes aunque
reconoció que el MEC no tiene competencias para actuar en
esta situación. Asimismo, dejó entrever que existe
“preocupación” en el seno de la Dirección Provincial por la
no asistencia a clase de los menores.
Por su parte, desde la Asociación de Padres del centro se ha
anunciado una concentración para el lunes frente a la
Delegación del Gobierno.
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