PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 13  DE DICIEMBRE  DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

No es fácil ser musulmán (y II)
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Parece que tendremos que esperar a las próximas elecciones de marzo para que eclosione, después de una larga incubación, el nuevo entramado asociativo musulmán en el que la “tercera vía” emergente que les apuntaba ayer podría asumir las riendas de la situación. A la FEME (Federación Musulmana de España) se le estarían uniendo asociaciones que habrían abandonado FEERI y UCIDE (hasta ahora cerca de una treintena) impulsadas por Ayach Tachfine Elharchi, quien trabajaría coordinado con el converso asturiano (de Pola de Laviana) Yusuf Fernández (secretario de la FEME) y la nueva Plataforma surgida tras el encuentro en Marid del 8 de septiembre. Pero ¿es prudente esperar tanto...?

Quisiera también resituarme en la línea apuntada en artículos y ponencias, al menos desde 1995 (lo recordaba el domingo por la noche con mi aniguo profesor y excelente amigo José Girón, ex decano de la Facultad de Historia de la Universidad de Oviedo) refrente al movimiento “Tabligh” abonando las tesis (no tengo empacho en escribirlo) del actual responsable de los servicios de inteligencia marroquíes, Yassin Mansouri, sencillanete porque tiene razón: “El Tabligh y los Hermanos Musulmanes son la antesala del terrorismo”. Incluso la Guardia CIvil podría compartir análisis semejantes. Se lo comentaba hca algo más de un mes al político “caballa” Mustafá Mizian Omar, intentando explicarle que el Tabligh es algo más que un movimiento pietista: el Tabligh no es en si una organización terrorista, desde luego, pero persigue sutilmente una radical islamización de la comunidad musulmana y de sus filas han salido (contesto de paso las declaraciones del “jai” Laarbi Maateis) un buen número de los terroristas implicados en la masacre del 11-M: desde el borrachín de “El Chino” (reconvertido a las buenas costumbres tras su paso por el Tabligh), a Abou Dada, “El Tunecino” o Jamal Zoughan. ¿No hace falta que siga, verdad?

Los Reinos de España y Marruecos mantienen sin duda importantes diferencias (inevitables entre países vecinos y con una rica historia compartida), pero son a la vez aliados estratégicos de primera fila en la lucha contra el terrorismo. En la gestión de la comunidad musulmana en España (masivamente de origen marroquí) debería alcanzarse un pacto entre estados, serio, claro y con las líneas bien definidas. Rabat es un interlocutor legitimo y válido y el “islan a la marroquí incardinado en el sunnismo malikí (y el morabitismo) es un excelente antídoto contra el fanatismo wahahi y movimientos extremistas como el Tabligh, donde se han adoctrinado una buena parte de los asesinos que han sembrado de sangre y dolor España. No, si de seguir así las cosas un día de estos los servicios especiales marroquíes son capaces de entrar en Ceuta e “invitar” a unas jornadas de turismo en el país vecino a más de uno... ¿No crees Larbi?. Claro que soy consciente de la “marroquinización” pero ese es otro asunto con su particular casuistica, sobre el que Madrid y Rabat están a tiempo de pactar (en lo que respecta a la gestión del colectivo musulmán) las reglas del juego. De nada vale llorar por la leche derramada: hoy por hoy, sin la (leal) colaboración marroquí somos incapaces de controlar los medios islamistas de los que se nutre la ideología del yihadismo salafista, del terror.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto