Después del puente en que miles de ceutíes salieron a la
península y de vuelta a casa, tomo contacto con la realidad
más rabiosa y actual. Por un pelín no me toca la quiniela,
por culpa del Español y del Villarreal, a los que dí como
ganadores, y eso que el equipo catalán estuvo manteniendo
largo rato mis esperanzas de hacerme con un buen pastón,
pero no millonario. Hoy en día las quinielas no son lo que
eran.
Como ya avancé en algunos de mis artículos de opinión
anteriores, la interpretación de la Ley de Memoria
Histórica, que hacían algunos agoreros, no era más que
simples elucubraciones de quienes no pueden aguantar el
remordimiento de conciencia que les pesa y que exageraron,
en sus declaraciones, la magnitud de la mencionada Ley.
Como deben saberlo ya, el Senado ha aprobado definitivamente
la Ley de Memoria Histórica con el voto favorable de todos
los grupos, a excepción del PP y de ERC. Esta vez los
pupilos de Carod-Rovira se pasaron de rosca en sus deseos de
que la Ley contemplara todas las enmiendas, algunas
imposibles, presentadas por los republicanos. Del PP no
opino, ya sabemos que este Partido con tal de aguar a los
socialistas vota siempre en contra. Su cotidiana negativa a
todo nos cansa y ya es una manía crónica.
Seamos objetivos e interpretemos la Ley a pie de letra, sin
darle rodeos inútiles y engañosos, para que se pueda
interpretar realmente, tal como está emanada, porque está
planteada de manera que sobresalen los Derechos Humanos por
encima de cualquier otra consideración. La exagerada versión
que propagan los peperos no es más que una intención de
provocar situaciones conflictivas en el desarrollo de la ley
objeto de mi opinión de hoy.
Era necesario promover la reparación moral, que no
económica, de las víctimas del franquismo y de la Guerra
Civil y la postura del PP denunciando que el Gobierno ha
convertido esta Ley en un “arma arrojadiza” que está
provocando efectos negativos en la sociedad española, no es
más que una divagación de un partido perdedor… si todavía no
está en vigor la mencionada ley… ¿cómo es que provoca
efectos negativos antes de su parida?
Esta Ley carece de ánimo revanchista, no contiene ningún
revisionismo y sólo es una norma que supone un valioso y
definitivo paso para reconocer los errores del pasado y
conseguir la reconciliación definitiva de todos los
españoles. El propio título de la misma, que realmente se
titula: “Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se
establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución
o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura”,
establece claramente para qué fue gestada.
La oposición del PP, llevada en las últimas discusiones por
Alejandro Muñoz-Alonso, se traduce en declararla innecesaria
e inútil que da un paso más en la estrategia de la ruptura
del pacto constitucional. A más de que dice, Muñoz-Alonso,
que el texto lleva un “frontispicio” de gérmenes de disenso
y discordia y que por ello no tiene ningún sentido… ¿sienten
nostalgia los peperos del franquismo? ¿las Leyes son libros
que tienen una página anterior a la portada? No me imagino
una ley con el retrato de alguien, puede ser una foto de
Franco, en el frontispicio. Eso es cosa de editores, no de
políticos serios. ¿O acaso ha querido decir que la ley será
una especie de frontón?
Las enormes polémicas que levantó esta ley, sobre la que
escribí acerca de la exageración que le daban algunos, sobre
supuestos contenidos y consecuencias, que nunca han
existido, han sido generadas por quienes tienen la
conciencia cargada de resquemores, supuestos por supuesto,
que conllevan la creencia de que les pediremos cuentas por
supuestos actos criminales… muy lejos del contenido de la
ley. Principalmente porque con la misma en la mano,
cualquier ciudadano puede acceder a los archivos y fondos
documentales públicos y privados (sostenidos total o
parcialmente con fondos públicos), a los que antes solamente
podían acceder los interesados y herederos, y con ello
conocer hechos de un periodo oscuro, otro más, de la
Historia de España.
Mañana seguiré con lo mismo.
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