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OPINIÓN - Miércoles, 12 DE DICIEMBRE  DE 2007

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

A servidor, qué quieren qué les diga, todas esas batallitas, que ni a batallas llegan, organizadas por el del cerebro carcomido por el gusanillo de la ignorancia, me mueven a la risa y al cachondeo. Tomármela en serio sería una de las mayores estupideces que se me pudieran ocurrir. Estupidez que se vería acrecentada si, de igual forma, me tomo en serio a los aprendices de mercenarios que participan en la misma. Los cuales, si nos tomamos la pequeña molestia de analizarlos uno a uno, durarían en el campo de batalla, le llamamos batalla por llamarle de alguna forma, lo que tarda en explotar una pompa de jabón.

Me hacen tanta gracia la batallita y los extraordinario mercenarios que se ha buscado el de la diarrea mental par iniciarla que prometo, solemnemente, en mi vuelta a la televisión dedicarle un monologo a ambos dos. El humor ha suido una constante en mi vida.

No concibo una vida sin humor, ni el ver por la calle a todos esos que parecen que van estreñidos o como si llevasen diez días sin sentarse en la taza del retrete. Por qué no vais con otra cara por la vida. Desde luego, si seguís con esa cara de catre, ni por mucho que recen por ustedes conseguiréis ir al cielo. Tenéis todas las papeletas para ser castigados, de por vida, a meter la cara en…

Y rogamos a algunos de esos aprendices de mercenarios que no luchen tanto por salvar nuestras almas, porque al infierno, lo que se dice infierno, no vamos a ir porque no existe, según dijo alguien que sabe más de eso que nadie del asunto.

Uno que se había hecho la ilusión de ir diciendo cosas de todos, participando en la batallita, contando cosa de todos los participantes en la misma, me ha desilusionado una jartá la retirada a sus cuarteles de invierno amo y sus aláteres.

Me las prometía felices, porque la entrada en esas batallita, me iba a proporcionar una buena diversión en este mes donde está al caer la navidad. ¡Maldita sean las papas en amarillo, con júreles fritos de un día para otro!.

Ha sido intentar ponerme las cananas y pegar par de tiros al aire, para ver cómo estaban las armas, y va el enemigo, si a eso se le puede llamar enemigo, y se me larga del campo de la batallita. A eso no hay derecho, le han quitado ustedes, con esa huida, una gran emoción al asunto y una enorme perdida de pasárselo bien al personal.

O sea qué si queréis podemos seguir y cada uno a contar las historias de los contrarios. Lo que no se puede hacer es dejar al personal con la miel en los labios, cuando tan felices se las prometían. Eran tan felices que estaban dispuestos a darse un paseo en el Cristina C, llevándose toda la basura, colocándola sobre la enlosetada cubierta, para desembarcar en algún puerto, dejando a los expertos el hundimiento del mismo, arrastrando al fondo de los mares, además de todo ello la enorme cantidad de chatarra que era el mencionado barco.

Eso entre otras muchas cosas está el personal dispuesto a hacer como homenaje a quienes les han quitado divertirse durante este mes. Incluso algunos apuestan, porque se recen un par de oraciones mientras el buque vaya desapareciendo.
 

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