En las próximas jornadas, al margen de los ocho entrenadores
destituidos hasta el momento, el número de destituciones se
puede incrementar.
Un técnico que lleva varias jornadas en la cuerda floja es
Miguel Álvarez, en las filas del Lorca. El jienense, que se
hizo cargo de los murcianos con el objetivo de devolverlos a
Segunda ´A´ por la vía rápida, ocupa puestos de descenso.
Aunque con el triunfo (0-3) del pasado domingo en Marbella
parece haber ganado algo de crédito.
Otro al que empiezan a pedir cuentas es a Pedro Braojos en
el Linares. Tras comenzar la campaña con buen pie los
jienenses contabilizan seis puntos en las últimas ocho
jornadas, lo que le ha hecho salir de los cuatro primeros.
En cuanto a Urbano Ortega, técnico del Baza, también se
empezaron a escuchar voces en su contra por tierras
granadinas, al enlazar nueve jornadas sin conseguir un
triunfo, con apenas cuatro puntos consiguiendo cuatro puntos
de treintaiseis.
Donde también suena de fondo música de ´requiem´ es en el
Francisco Bono de Alcalá. Allí se sigue barajando la
posibilidad de prescindir de Antonio Gil.
|