El club de montaña Anyera de Ceuta organizó el pasado sábado
1 de diciembre, la subida a la Mujer Muerta. Unos veinte
montañeros, entre ellos miembros del club de montaña MONSA
de Sevilla, participaron en esta experiencia organizada por
el club de montaña de nuestra ciudad. La organización
convocó a los participantes en la zona portuaria a primera
hora del sábado, donde tras el desayuno partieron dirección
a la vecina localidad de Belliones.
La climatología durante la mañana del sábado no decepcionó.
El cambio a un viento imperante de levante y la probabilidad
de mucha nubosidad hizo dudar a los senderistas en un primer
momento sobre la conveniencia de la subida, aunque el
transcurso de las horas desbarató estos augurios y se pudo
disfrutar de un excelente día de montaña y de unas
impresionantes vistas tanto al Mediterráneo como al
Atlántico y, como no, a nuestra ciudad; que desde los 840
metros de la cumbre presentaba, como reconocen los propios
senderistas, un aspecto impresionante.
Se realizó una primera parada a media ladera, en una
zigzagueante vereda cortada en ocasiones por las abundantes
pedreras que jalonan las vertientes de este monte, para
retomar aire. En este punto algunos senderistas decidieron
no continuar y esperar al grupo a su regreso. En el collado,
visible desde la barriada de Benzú, donde se realizó la
segunda parada de descanso y reagrupamiento, se pudo
disfrutar de la vista del Estrecho de Gibraltar hacía Cádiz
y la costa malagueña. Abajo, y muy cerca de la costa, se
encontraba el famoso islote de Perejil, escenario de la
imprescindible y obligatoria foto de recuerdo.
En el collado, otro pequeño grupo decidió quedarse ya que
aún quedaba lo peor. Un empinado tramo sobre el cual
discurría un casi inapreciable sendero (a veces inexistente)
y una última zona –muy cerca de la cumbre- donde se debía
realizar varias trepadas. La humedad del terreno y las
piedras sobre el mismo hacían dificultosa una subida que,
una vez llegada a la cumbre, mereció la pena completar.
Como reconoce el vocal del club de Montaña Anyera, Narciso,
la subida a la Mujer Muerta es una experiencia casi única,
que recomienda a todos los senderias, tanto por la belleza
en si de la montaña como la que se puede contemplar tanto
desde la ladera como desde su cumbre. “La Mujer Muerta o
Yebel Musa a pesar de encontrarse en territorio marroquí es
una montaña que los ceutíes consideramos como algo muy
nuestro y siempre despierta gran interés entre los
aficionados a la montaña de nuestra ciudad y mas aún, desde
el otro lado del Estrecho. Esa mole caliza es un gran foco
de atracción de montañeros interesados en llegar a su
cumbre.
La mezcla entre la historia, la mitología y el propio
espíritu deportivo son los ingredientes de esta prueba que
cada año acoge a un mayor número de participantes”, afirmó
Narciso.
La subida a la Mujer Muerta se ha convertido temporada tras
temporada en una cita ineludible para los amantes del
senderismo, y no falta en el calendario anual del club de
montaña Anyera, por la gran expectación e interés que
despierta y en ocasiones repitiéndose acompañando a grupos
que llegan desde la península “dispuestos a coronar esta
columna de Hércules”.
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