La segunda rotación militar de la COMGECEU, con destino a
Kosovo, embarcó ayer en Ceuta para tomar rumbo a Istok
adonde llegarán en vuelo procedente de Sevilla. Este
contingente, que participa bajo el auspicio de la OTAN
dentro de la misión Sierra Kilo XIX, se encontrará a su
llegada con un nuevo panorama en los Balcanes. Ayer
concluyó, sin resultados, el periodo de negociación entre
Serbia y Kosovo. La UE declaró su posición en el conflicto,
defender la independencia kosovar.
Los periódicos nacionales españoles recogían ayer la última
hora en los Balcanes, la ruptura de negociaciones entre
Serbia y Kosovo, que puede culminar con la independencia de
la región de mayoría musulmana. Mientras los serbios ofrecen
un máximo de autonomía para los albanokosovares, éstos
exigen la independencia. En esta coyuntura política,
aterrizará en Prisitina la segunda rotación de militares
enviada desde la COMGECEU bajo el auspicio de la OTAN y cuyo
cometido no es otro que el de aliviar tensiones en la
región, además de mantener el estado de paz. Sin embargo, la
Unión Europea está dispuesta a aceptar la independencia de
Kosovo (según ‘elmundo.es’, todos los estados miembros de la
UE, excepto Chipre, están de acuerdo), sin que todavía haya
habido una resolución de la ONU. Aunque España aún no ha
tomado posición oficial en este enésimo enfrentamiento
balcánico, todo hace indicar que su postura mantendrá la
línea de la mayoría de países de la UE, tan notables como
Francia, Estados Unidos, Alemania o Reino Unido. En la
postura de conservar la unidad de Serbia se sitúan naciones
como Grecia, Chipre o Eslovenia -desgajado de Yugoslavia en
1991- y otros países golpeados por movimientos
independentistas, como Rusia. Desde la COMGECEU se califica
el nuevo panorama surgido en la antigua Yugoslavia como
“embrionario”, y se prefieren evitar las conjeturas. En el
horizonte, las elecciones presidenciales de febrero de 2008
en Kosovo. Hasta entonces habrá que extremar el cuidado,
después de que el comandante supremo de la OTAN, John Kredok,
haya advertido de que puede “haber gente que quiera provocar
desórdenes y tensiones”.
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