Nada ni nadie ensombreció ayer la celebración de la
Inmaculada Concepción, patrona del Arma de Infantería y del
Cuerpo Jurídico Militar. Los protagonistas, alrededor de 400
legionarios y regulares, se convocaron en el acuartelamiento
de ‘García Aldave’, del Tercio Duque de Alba 2º de la
Legión, para honrar a su patrona con una formación militar
en la que participaron la Escuadra de Gastadores, la Banda
de Guerra del Tercio, la Unidad de Música de la Comandancia
General, la IV Bandera Ligera ‘Cristo de Lepanto’ y el Tabor
‘Tetuán’ del Grupo de Regulares de Ceuta nº54.
Es preciso recordar que las fuerzas regulares y la Legión se
crearon con ocasión de la dura guerra en el norte de África,
con vocación de servicio a España en la solución del
problema africano y a la sociedad española. En sus filas han
sufrido 70.613 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos,
obteniendo numerosas recompensas.
Sin embargo, antes de que dieran comienzo los actos
militares en el emplazamiento del extrarradio, a las 11:00
horas se celebró un acto religioso en honor a la Inmaculada
Concepción, en la Iglesia de Nuestra Señora la Virgen de
África y oficiado por el capellán de la Comandancia General
de Ceuta, Santos Andreu Casanova, que contó con la presencia
de las principales autoridades civiles y militares de la
ciudad.
Tras el toque de batallón, con las unidades formadas, el
guión del tercio y la bandera de España en el patio de armas
del acuartelamiento, el coronel jefe del Tercio ‘Duque de
Alba’ 2º de la Legión, Alfonso Timón Sánchez, dedicó unas
palabras a los presentes, entre los que se encontraban
familiares y amigos, soldados regulares y legionarios, así
como las principales autoridades civiles y militares de la
ciudad. Entre ellos, el presidente de la Ciudad, Juan Jesús
Vivas Lara, una representación de la Delegación del
Gobierno, el jefe superior de la Policía Nacional, José Luis
Torres, y el comandante general de Ceuta, Enrique Vidal de
Loño.
En su alocución, el coronel Timón resaltó la figura de la
Inmaculada Concepción en los momentos de dificultad, en los
que el hombre se encuentra a solas consigo mismo y busca la
voz interior para que le guíe hacia la luz y la verdad,
rogándole a la patrona que los siga guiando y protegiendo en
todas las actividades diarias y les ayude a ser buenos
infantes.
Además, el coronel tuvo unas palabras de recuerdo para todos
los soldados e infantes que despliegan en lejanos teatros de
operaciones, deseándoles éxito en el cumplimiento de su
misión. También hubo una mención especial para los guardia
civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, fallecidos en acto
de servicio cuando luchaban contra “esa lacra anacrónica,
injustificada y cobarde que es el terrorismo”.
En el acto se destacaron y resaltaron los principales
valores morales de los infantes, como son la austeridad, el
valor, la abnegación, el espíritu de sacrificio y la
acometividad; haciendo especial hincapié en que, como dijo
Napoleón, “la Infantería es el alma del Ejército”.
Un total de diez militares fueron condecorados, durante la
celebración, por distintas resoluciones con la placa, la
encomienda y la cruz de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo, la cruz al Mérito Militar con distintivo
blanco, así como con la cruz de bronce a la constancia en el
servicio.
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