La asociación ecologista Septem Nostra ha pedido una antigua
batería, construida en el año 1921 en Punta Almina, como
refuerzo al sistema de aviso a los navegantes, sea
restaurada para ubicar en su interior un centro de
interpretación oceanográfico en el que estudiar todo el
ecosistema y las especies animales de paso por la costa
ceutí. La batería está situada en la costa sur del Estrecho
de Gibraltar y fue abandonada en 1980 tras instalarse un
sistema más moderno de control, con lo que se mantiene medio
en ruinas sin ninguna utilidad. Esta reclamación ya se
incluye en la Agenda 21 de la Ciudad, firmado por una
cuarentena de colectivos.
Desde la asociación consideran que la zona del Estrecho de
Gibraltar está considerada como uno de los mejores
observatorios de aves migratorias del mundo, al registrar el
paso en ambos sentidos de más de un millón de especies todos
los años en diferentes épocas del año. La organización
valoró que este lugar es uno de los puntos con mayor
tránsito de aves y animales marinos del mundo, por lo que
también reclamó que se adopten medidas a ambos lados del
Estrecho para atender estas migraciones.
Así, el presidente de la asociación, José Manuel Pérez,
señaló que este entorno tiene un alto valor ecológico y que
el Estrecho “es una de las mejores atalayas del mundo” por
el frecuente paso de animales, tanto por aves migratorias
como cetáceos. Además, Pérez asegura que “desde aquí se
podrían estudiar diveross aspectos geológicos de la zona y
supondría un reclamo turístico más para la ciudad”.
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