Mi vena de viajero empedernido hace que concurra en acciones
que producen estragos en mi cuenta corriente. Sin embargo,
no lo puedo remediar y heme aquí que tomo el barco para
largarme a la Costa del Sol unos días, aprovechando el
puente de la Constitución.
Puente de la Constitución que el Gobierno del país ha tenido
el buen tino de no celebrarlo como acostumbra a celebrar ese
día, por respeto a las víctimas del terrorismo etarra: los
guardias civiles asesinados cobardemente.
Cabe esperar que pueda disfrutar de éste puente, aunque la
Dirección General de Tráfico me agüe la fiesta con el
anuncio de otros 6.000.000 de vehículos saldrán a la
carretera. Me produce un cosquilleo de impaciencia quedarme
en un sitio mucho tiempo, eso es la vena de viajero.
No podía esperar menos de mi amigo catalán, el ex presidente
de la Generalitat: Jordi Pujol. Se ha liado la manta a la
cabeza y ha soltado lindezas que son auténticas perlas.
Aunque se nota que le tira el nacionalismo más que otra
cosa.
Conociendo a Pujol como lo conozco, no en vano pasé muchos
años en Catalunya, sabía que un día de éstos explotaría
cuando existen cosas y asuntos que no puede soportar. Y como
buen nacionalista catalán tiene derecho a reaccionar con
indignación contra quienes utilizan la Comunidad catalana
como una piedra de río. Y su salida a través de su
declaración de principios acerca de que no respeta a los
dirigentes del PP y del PSOE porque utilizan a Catalunya
para sus luchas incívicas.
Compara la batalla entre ambas formaciones políticas como
las de unos “niños pequeños a golpe de piedra” que
escenifican un espectáculo impresentable y radicalmente
incívico y por ello pregunta: ¿A gente que actúa de esa
manera respecto a Catalunya, por qué al tengo que respetar?
Bueno, cambio de tema para no cansar a los lectores con
cosas de Catalunya que a buen seguro puede que no les
interesen, menos aún en ésta ciudad norteafricana, a pesar
de que fueron precisamente los catalanes quienes
contribuyeron a enriquecer a los comerciantes locales cuando
el servicio militar era obligatorio… ¡la de mamás catalanas
que venían a Ceuta para ver a su querido hijo catalán para
la jura de la bandera y de paso cargaban sus maletas con
chucherías que hoy en día es monopolio de los chinos!…, en
fin como el mundo rueda eternamente ¿qué le vamos a hacer?
Sin embargo noto que si por una parte no les interesa
Catalunya, ¿Cómo es que para hablar mal de esa Comunidad y
de los catalanes sí se interesan?
Vuelvo a cambiar de vía. Las promesas de los políticos en
vísperas de elecciones generales tienen un poco de
esperpento mediático y de camuflaje de las verdaderas
intenciones de las mismas. El pueblo llano… ¿qué entiende
sobre la supresión del Impuesto sobre Transmisiones? Esa
promesa de supresión sólo beneficia, y mucho, a la derecha y
a los ricos. ¿Cuántos especuladores verán incrementadas sus
ganancias con esa supresión?
En fin, las manifestaciones de los políticos sobre regalar
“duros por cuatro pesetas”, como se decía en tiempos en que
nuestra moneda estaba vivita, coleando y sonando en los
bolsillos de los españoles, me suena a esas peroratas de los
charlatanes, de aquel lejano oeste norteamericano, que iban
en carros tirados por famélicos mulos propagando los
milagros de un elixir que hacía crecer la cabellera para que
luego la caballería india los pelara, cuero incluido. No son
más que eso: peroratas de mercanchifles sin verdaderas ideas
innovadoras. El que gana…
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