Según el informe del Observatorio Joven de la Vivienda, las
mujeres son las primeras en emanciparse aunque en la mayoría
de los casos esto no puede ser posible antes de los 30 años
debido a la temporalidad de los empleos y el constante
aumento del precio de la vivienda. Así, los jóvenes ceutíes
tienen que destinar el 66 por ciento de su salario a su
primera vivienda aunque tres de cada diez están en paro.
Las ceutíes jóvenes son las que más problemas tienen a la
hora de emanciparse de sus padres. Según el informe del
Observatorio Joven de la Vivienda (Objovi), con un sueldo
medio anual de 28.755 euros, la juventud tiene más de un
problema para emanciparse en la ciudad autónoma. Aunque son
ellas las primeras en emanciparse. El 50 por ciento de las
mujeres frente al 28 por ciento de hombres. Sin embargo,
esta cifra se contrapone con al ser comparado con las cifras
a nivel nacional, ya que mientras en la ciudad autónoma no
pasan del cuarenta por ciento, a nivel estatal está en el 45
y subiendo.
Los datos que ha ofrecido el Consejo de la Juventud de
España (CJE) no dejan lugar a duda. El precio medio de la
vivienda no deja de subir y las cifras del paro entre gente
de 18 y 35 años tampoco. En el último año, el valor de un
hogar libre en Ceuta se ha encarecido casi un 8 por ciento,
variación muy superior a la media nacional que se sitúa en
el 5,7 por ciento.
La precariedad de la situación laboral y la coyuntura
inmobiliaria han acarreado, según estimaciones del Objovi,
un mayor distanciamiento entre las posibilidades de compra y
el producto ofertado. Actualmente, un joven ceutí tiene que
destinar cerca del 66 por ciento de su salario a su primera
casa que, en términos anuales, representa una subida del
14,16 por ciento.
Los sueldos no están mal, pero hay poca estabilidad, tres de
cada diez jóvenes tiene contratos temporales de menos de un
año, y el suelo está caro. Tanto que la media dice que no se
pueden permitir pagar una casa de más de sesenta metros
cuadrados. Y eso, los hogares jóvenes porque una persona
soltera menor de 30 ni se lo plantea. Entre 18 y 24 años la
vivienda no pasa de los cuarenta metros para llegar hasta
los 62 metros entre la gente de 30 a 34 años.
La temporalidad se convierte trimestre tras trimestre en el
principal problema de los jóvenes en Ceuta. Sin empleo
estable no hay proyectos de futuro. Y este panorama se
repite. Los sueldos rozan los 18.000 euros al año a partir
de los treinta años, pero mientras, de 18 a 24, no llegan a
los 12.000.
Pero entre hombres y mujeres, son ellas las que peor lo
tienen. Se estima que una joven en Ceuta de entre 18 y 24
años necesita el 80 por ciento de su sueldo para poder
acceder a su primera vivienda. Para ello, tiene que pagar
unos 82.000 euros aunque el precio de la vivienda en Ceuta
se duplica, lo que hace imposible salir de casa de los
padres.
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