La figura del profesor está muy denostada en estos tiempos
que corren. El reconocimiento social que este colectivo
tiene actualmente es mucho menor del que realmente se merece
por la labor cosechado durante todo este tiempo.
Por otro lado, parece que los padres no se vuelcan tanto en
la educación de sus hijos como antes. “Echamos de menos el
apoyo de los progenitores cuando hay que sancionar o
reprender a sus hijos por malos comportamientos”, espetó
Francisco Lobato, secretario de organización de FETE-UGT.
Los últimos casos han de mostrado que “no sólo el adulto no
te apoya en tus decisiones sino que se pone en contra tuya”.
Este consideró que el profesorado está ya cansado de oír la
cantinela de que “la culpa, de entrada, es del maestro”.
Por su parte, Antonio Palomo, director del colegio Federico
García Lorca, explicó que las agresiones repercuten en el
ánimo del maestro a la hora de ejercer su labor. “Nos
sentimos centro de la ira de padres descontrolados”,
lamentó.
Según este, podría ser bueno poner en marcha una campaña de
concienciación dirigida a los padres. Palomo apreció que
aunque la mayoría esté en su sitio respecto a la educación
de sus hijos hay una minoría que da problemas.
“Los profesores nos podemos equivocar pero el diálogo tiene
que estar siempre antes que la violencia”, afirmó.
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