Voluntario es aquella persona que,
según el diccionario de la Real Academia Española (RAE),
entre varias obligadas por turno o designación a ejecutar
algún trabajo o servicio, “se presta a hacerlo por propia
voluntad, sin esperar a que le toque su vez”. El
voluntariado va un poco más allá y se reconoce como “el
trabajo de las personas que sirven a una comunidad o al
medio ambiente por decisión propia y libre”. Además, los
voluntarios cumplen tres condiciones imprescindibles: su
desinterés (no persigue ningún tipo de beneficio ni
gratificación por su ayuda); su intención (pretende un fin y
un objetivo positivo y legítimo) y su justificación
(responde a una necesidad real del beneficiario de su
trabajo). No es un pasatiempo ni un entretenimiento sin más,
sino que persigue la satisfacción de una necesidad que hemos
definido previamente como tal. Pocas actitudes a nuestro
alrededor cumplen de una forma tan evidente tres virtudes
como esas. No es de extrañar, por tanto, que algunas de las
organizaciones que más deben a los voluntarios (Cruz Roja,
Cruz Blanca...) rindiesen ayer como prólogo al día de hoy, 5
de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, un
cariñoso y merecido homenaje. En España existen, según
fuentes oficiales, más de 11.600 organizaciones no
gubernamentales que canalizan el altruismo de más de un
millón y medio de voluntarios que dedican una parte de su
día a día a actividades que buscan mejorar la sociedad y,
muy especialmente, la vida de los más desfavorecidos. Ceuta
no marcha, al menos en términos generales, al mismo ritmo
que el resto del Estado. El número de oenegés sigue siendo
escaso y, salvo honrosas excepciones como las citadas
anteriormente, su funcionamiento suele ser discontinuo y no
demasiado constante. Sin embargo, las que operan seriamente
lo hacen con brillo propio y no tienen nada que envidiar a
cualquier otra del país. Es por ello que su trabajo, que en
ningún caso debería sustituir ni suplantar al de la
Administración, sí debe ganarse todo el respeto y el apoyo
de las instituciones, algo que a veces extrañan.
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