Según una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones
Sociológicas) de hace unos meses, los políticos son los
profesionales que menos valoración inspiran a la población;
es decir, que si existe un Infierno, en la última planta del
subsuelo estarían los políticos –los periodistas, en la
penúltima–. Por ello, no sé cuánto costaría convencer al
medio centenar de alumnos de Educación Secundaria que ayer
se apoderaron del Salón de Sesiones del Palacio de la
Asamblea para celebrar la décima edición del Pleno Escolar.
Con motivo del vigésimonoveno aniversario de la Constitución
Española mañana, ayer, la Consejería de Educación, Cultura y
Mujer convocó el Pleno Escolar, algo parecido a cómo rularía
el mundo si la ingenuidad de los niños mandase en los
parlamentos. Algo radicalmente opuesto a lo que confesó en
su correspondencia privada el que es considerado el fundador
de la filosofía política moderna, Nicolás Maquiavelo: “Yo no
digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se
me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre
tantas mentiras, que es difícil reconocerla”.
Cinco siglos después, con este acto, la Ciudad no pretende
más que despertar en los escolares el interés por los
asuntos públicos y concienciarles de que su participación en
la vida política puede ser fundamental en un futuro no muy
lejano, “ya que ellos serán los que, en su día, rijan los
destinos de la Ciudad”, según publicitó la Consejería de
Educación los días previos al Pleno Escolar, que cumplió
ayer su décima edición.
En el Pleno Escolar participaron diez de la docena de los
colegios de la ciudad. Cada uno de los alumnos ocupó su
lugar y contó con un espacio de tiempo determinado para
exponer sus respectivos discursos, que habían sido
elaborados y discutidos previamente por el conjunto de
compañeros de clase a la que pertenecía el portavoz, todo
ello dentro de un clima de solidaridad, creatividad y
respeto sobre el Artículo 49 de la Carta Magna, referido a
la Integración de disminuidos físicos, sensoriales y
psíquicos.
Tropiezos y algunos balbuceos ponían sobre la pista de que
los chicos se encontraban ciertamente abrumados ante el
interés mediático que despertó su Pleno.
Los escolares ocuparon sus escaños, entre ellos Juan Ignacio
Pozo, del Instituto Siete Colinas, quien hizo las veces de
Juan Jesús Vivas, quien, por su parte, quiso estar presente
en el inicio del Pleno para animar a los nuevos políticos,
exaltando los valores de la Constitución y agradeciendo a
los chicos que hubieran escogido un artículo como el número
49 de la Carta Magna, relativo a la igualdad.
“Tenéis aquí unos moderadores de categoría”, dijo Vivas
antes de que el presidente escolar abriese la sesión en
defensa del Artículo 49 de la Constitución, garante de la
igualdad, aunque, si nos atenemos a lo oído de boca de los
chicos, parece que queda mucho para cumplirlo, como otros
tantos artículos de la Carta Magna.
“Que podamos tener una vida independiente, que nos
convirtamos en ciudadanos normales”, señaló Aaron Fernández,
un chico con Síndrome de Down. “Aquí cabemos todos y nos
necesitamos todos”, concluyó.
Otra alumna, afirmaba que el mayor problema de los
discapacitados es el paro y recordaba, por ejemplo, que, en
lo que a ellos les atañe, “en los centros educativos no hay
medidas para facilitar la asistencia de las personas
discapacitadas, tampoco en los organismos oficiales” e hizo
un llamamiento a las autoridades a este respecto.
“¡Soy como tú!”, recordó otra chica acompañando su
exclamación con el lenguaje de signos.
Tras los turnos de intervención de los pueriles políticos,
se organizó un debate sobre lo lejos que queda todavía la
igualdad para las personas que sufren alguna discapacidad,
ya sea física, psíquica o sensorial.
“En mi calle no hay ningún párking para minusválidos”, dijo
la asambleísta escolar Raquel; y Sumaia que “no nos podemos
imaginar lo que es un día entero en una silla de ruedas”; y
Elena que “mucho ha sido lo conseguido en esta materia, pero
mucho queda todavía para conseguir la igualdad total”. ¡Nos
han calado rápido los chavales!
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“Vosotros habéis nacido con la Constitución”, se congratuló
Vivas
Juan Jesús Vivas, presidente de la
Ciudad Autónoma de Ceuta, se congratuló y felicitó a los
alumnos por “haber nacido con la Constitución”, porque “las
cosas no eran como ahora, eran peores”.
Vivas realizó una defensa de la Carta Magna, “con la que
hemos ganado todos, porque la Constitución establece que la
convivencia tiene que ser democrática”.
Según el presidente de la Ciudad, la Constitución ha
propiciado que España y Ceuta hayan alcanzado los niveles de
prosperidad actuales y recordó, en lo referente al artículo
49, que “la solidaridad significa atender a los que más
necesitan”.
“Estoy seguro de que lo van a hacer bastante mejor que yo”,
bromeó Vivas ante el medio centenar de alumnos que ya
ocupaban sus butacas.
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