Durante un día fueron protagonistas en la ciudad. Durante un
día se sintieron como reyes y todos estuvieron pendientes de
ellos. Pero cuando no es el Día Internacional de los
discapacitados, ¿cómo es su vida cotidiana? ¿Cómo se
sienten? ¿Dónde estudian?, ¿dónde trabajan? ¿Cuáles son, al
fin, sus barreras? ¿Cómo son cuando se encuentran entre los
demás?
Romper barreras es el lema de la campaña que ha organizado
el Comité Español de Representantes de Minusválidos (CERMI)
para este año. Ayer, los miembros del CERMI montaron un
stand que permaneció abierto durante todo el día. La
cuestión imponía sentirse en esta jornada un poco más
unidos, para ‘donar’ información a los numerosos ceutíes que
caminan a diario por el paseo Revellín. Mercedes Medina es
la presidenta de esta institución en Ceuta, que integra a su
vez a diez asociaciones más: Aden, Asociación de Padres y
Amigos de los Sordos, Alcer-Ceuta, Acefep, Once, Cocemfe,
Down, Tus manos son mis manos ojos y oídos, Feaps y Afd
Ceuta.
Mercedes Medina destacó la buena asistencia de público que
tuvo durante toda la mañana el stand colocado . “Hemos
tenido que salir a primera hora de la mañana a prisa y
corriendo para comprar dos huchas porque la gente nos la
estaba pidiendo para poder entregar dinero”. Medina
reconoció el mérito del gobierno de la Ciudad por haber
colocado ya algunos semáfaros para ciegos en los pasos de
peatones de las calzadas: “Por fin se han conseguido poner
los semáforos para ciegos, poco a poco. Yo sé que las cosas
no se pueden cambiar de un día para otro, porque debido a la
antigüedad de la ciudad las cosas no están bien hechas”. La
presidenta del CERMI quiso aclarar que existen, tal y como
reza el folleto que repartieron, “muchísimas” barreras aún
en Ceuta. “Tenemos un representante en la Comisión de
Sensibilidad que tiene la Asamblea para seguir este tema y
machacando y seguir insistiendo para que los permisos de
obras se vigilen. Queremos que se eliminen todas las
barreras, no solo las arquitectónicas, sino las físicas,
psíquicas y sensoriales” para obstaculizar lo menos posible
a personas que de por sí ya mantienen un obstáculo.
Protagonistas
Este es el principal problema con el que se encuentra a
diario Damián C. Hidalgo, un discapacitado físico que se
declara como un caso aparte dentro de lo común en las
personas que viven en su situación: “No sé si yo te valgo,
porque yo tengo trabajo”, comentó Hidalgo. Sí vale, porque
Damián es una referencia positiva para los demás. Las
escaleras del palacio autónomo suponen la primera barrera
con la que se encuentra este miembro voluntario del Consejo
de la Juventud. “Aparte de las barreras sociales, las que
tiene la gente en la cabeza, te topas con los escalones, las
obras...”. Damián relata sus problemas con el día a día, “si
ya en el centro te encuentras con problemas, ¡imagínate si
vives en la periferia, como yo, que vivo en Hadú! Tengo que
dar un montón de vueltas para ir andando por la mañana al
trabajo”, expresó.
“La periferia está olvidada y hay que recordar que muchas
personas con discapacidad vivimos en la periferia, puesto
que tenemos menos recursos -económicos- que el resto de
personas”. El discapacitado que no trabaja tiene una pensión
no contributiva de 300 euros mensuales, “entonces, para
vivir solo, si no quieres o no puedes depender de tus padres
vivir es un poquito complicado, por lo menos yo tengo la
suerte de trabajar”.
Vanesa Olmo tiene 28 años, es discapacitada psíquica,
estudia en el colegio de FEAPS y fue una de las
protagonistas en la representación teatral que ofrecieron
los chicos del CERMI en la tarde de ayer, donde Mercedes
Medina echó en falta “la presencia de algún representante de
la Ciudad. Es el segundo año consecutivo que se ausentan”,
dijo. Vanesa, de 28 años dice que se siente “como cualquier
otra persona” en su vida diaria, pero lamenta de que el
trato que recibe a veces en la calle es diferente al que le
dispensan sus profesores, “porque los niños se cachondean de
nosotros”. Sus mejores momentos del día lo pasa en el
colegio, haciendo manualidades: collares, bandejas,
jarrones...” dice Vanesa. También disfruta mucho en el
colegio Almina Lorena Morato, una chica sorda de 15 años que
por lo que más destaca es por sus notas en clase. Asegura
que es la única de entre sus compañeros que no oye, pero una
intérpetre le ayuda a descifrar las palabras de sus
profesores. Lorena participó en una de las representaciones
de la tarde y actuó como narradora. Rocío Guillén, su amiga
e intérpetre “por vocación” la acompaña cuando Lorena acude
a alguna actividad fuera de sus horas de colegio, “aunque
ella, como la ves, habla bien y sabe leer los labios” y la
interrumpe Lorena, “si me hablan despacio”, apostilla. “Dile
que te han elegido para narrar porque sabes leer, tienes
voz, puedes emitir sonido y, además, sabes la lengua de
signos”, aclara su intérprete.
El presidente
Más del 12 por ciento de la población ceutí, según palabras
de Jenaro García Arreciado, delegado del Gobierno, padecen
algún tipo de discapacidad, por eso Juan Vivas, presidente
de la Ciudad, acompañó en un momento de la mañana a los
familiares de los afectados. “Estas asociaciones cumplen una
función decisiva y esencial para que los servicios que
prestamos se hagan de manera eficaz. La Ciudad ha ido
intentando aumentar su esfuerzo económico, a pesar de eso,
la aportación no es suficiente”, dijo Juan Vivas.
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