Los datos publicados por la Fundación Jaime Bofill, muestran
con objetividad la delicada situación del sistema educativo
catalán. Siempre es posible reaccionar, ya que todos los
ciudadanos saben lo que se pone en juego: una enseñanza
basada en los principios educativos elementales, es decir,
el nivel de conocimientos, la exigencia de esfuerzo y
rendimiento, el justo aprecio de los valores cívicos,
morales y culturales.
Para tal efecto, es necesario mejorar la disciplina y unidad
de criterios en todos los centros educativos.
Algunos padres piensan que lo peor es la falta de autoridad
de los profesores, que son obligados a reducir la exigencia
académica, asunto clave para respetar a los alumnos y poder
hacerse respetar, sin autoritarismo. Para mejorar la
enseñanza, urge que sea garantizado por los poderes públicos
el derecho prioritario de padres a educar a sus hijos. Para
ello es necesario eliminar la EpC o los programas de
educación sexual que atentan directamente a la libertad.
Así que, en los momentos actuales, se puede decir que el
sistema educativo catalán no ha hecho los deberes. Lo
adelanta el estudio realizado por la ya mencionada
Fundación, confirmando lo que ya avanzó el último Informe
Pisa, que Cataluña está a la cola de España y de la U.E en
calidad educativa. Recordemos que el Informe Pisa es un
programa para la evaluación educativa internacional al que
se someten los diferentes países desarrollados y regiones o
Comunidades Autónomas que contratan las muestras segregadas.
El próximo Informe Pisa, de los países que integran la
Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) está
previsto que dará los resultados oficiales el día cuatro de
Diciembre, pero ya se adelanta que Cataluña, que en esta
escala se encontraba a la cabeza de España, ha perdido
puntuación y sólo queda, en nuestro país, por delante de
Andalucía, comunidad condenada a estar siempre al final, muy
por debajo de la media española.
Los resultados del estudio realizado por la Fundación J.
Bofill, revelan que Cataluña registra las tasas más bajas de
graduación y los índices más elevados de abandono escolar
prematuro, una combinación peligrosa que el Gobierno
intentará combatir con la nueva Ley de Educación Catalana (LEC),
de la que se conocen los primeros trazos.
Teniendo en cuenta el objetivo europeo, impuesto en la
Conferencia de Lisboa, que para el 2010, se estima que el
porcentaje está en el 10%, Cataluña con un 31,1% triplica
dicho objetivo y se encuentra a cinco puntos por encima del
índice que se obtuvo en 2000. También la tasa de abandono
prematuro es muy superior a la de la Media española (30%,8)
y la dobla, por ejemplo, los niveles del País Vasco (13,9%)
y Navarra (17,2%).
Los autores del Informe atribuyen estos datos a la escasa
financiación de la Administración -Cataluña es la Comunidad
Autónoma, después de Madrid, que menos invierte en
Educación- y también a los agentes que intervienen en el
proceso educativo (sindicatos, docentes y familias).
Otro dato preocupante del Informe es el nivel de formación
de la población joven. En este sentido, el estudio revela
que sólo un 60,3% de los jóvenes de 20-24 años, ha superado
la educación secundaria postobligatoria. También destapa el
estudio de la Fundación que Cataluña registra la segunda
tasa más alta de repetición en cuarto de la ESO. No
obstante, en Primaria, las tasas de promoción de alumnos son
muy elevadas. A modo de conclusión, los autores de estudio
aseguran que el derecho a una educación de calidad para
todos es todavía hoy un objetivo pendiente de conseguirse en
un sistema, además, aquejado de una fuerte dualización entre
los sectores público y privado concertado.
Recordemos, para finalizar, que Cataluña ha sido cuna y
puerta de entrada en España de numerosas innovaciones y
experiencias educativas, y soy, uno más, en lamentar la
situación que se vive en los momentos actuales.
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