Allí estaban todos, no faltaba
nadie. Oiga, amigo guardia, ahora que lo pienso igual
faltaban algunos y sobraban otros. Me estoy refiriendo al
acto del hermanamiento de las ciudades de Ceuta y Cádiz o
Cádiz y Ceuta, tanto monta, monta tanto ¡Toma ya! Pedazo de
frase que he colocado en el tema.
Que conste en acta, para evitar el mosqueo correspondiente
que lo de faltar algunos y sobrar otros, es una opinión
personal e intransferible del nene, Cada uno, por supuesto,
puede opinar lo que le venga en ganas, respetando las reglas
del juego. Estoy que me salgo, pues cuanto estoy escribiendo
se puede considerar, como se dice ahora, políticamente
correcto. Se nota que es domingo y que el lunes me toca
descanso.
Uno recuerda que, no hace mucho tiempo, Ceuta era provincia
de Cádiz. Eso, al menos, se decía en todos los documentos
oficiales. Hasta que un día, por esas cosas que tiene la
vida y la política dejamos de serlo, separándonos de esa
forma de Andalucía, a la que siempre habíamos pertenecido.
Haciendo memoria vieja, quizás no tan vieja, con la llegada
de la democracia, hubo una reunión en Torremolinos La UCD
que era el partido gobernante no tuvo, en aquellos momentos,
lo que había que tener, cedió ante los socialistas y nos
quedamos sin ser provincia de Cádiz, con lo cual se nos
separaban de Andalucía. ¿Cuál fue la razón para que Guerra y
demás compañeros, nos sacaran de Andalucía?. La contestación
a esta pregunta la tienen, sin lugar a dudas los mandas del
PSOE de aquella época que estuvieron presente en esa
reunión. A servidor, por mi santa, que me registren
Hemos tenido que llegar al veintinueve de noviembre del
2007, para que se dé el acto del hermanamiento de ambas
ciudades que como bien dijo, Juan Vivas: “Ceuta y Cádiz
serán siempre hermanas”. Y es que, mi querido amigo y
respetado presidente, Ceuta y Cádiz o Cádiz y Ceuta, jamás
dejaron de ser hermanas, porque el cariño es un sentimiento
y los sentimientos no se pueden romper, por mucho que los
hombres se propongan romperlos.
A Ceuta y Cádiz, unidas desde siempre por el cordón
umbilical del cariño fraternal, sólo han sido dos hermanas
que, en determinados momentos y contra su voluntad, por las
razones que sean. Fueron separadas, a igual que pasara en
aquella película “Tú a Boston, Yo a California”. Porque la
separación de los vínculos que unían a ambas ciudad, fue de
película
El día veintinueve de noviembre, un día antes de mí santo,
que casualidad, muchos años después, en un solemne acto se
vuelven a hermanar ambas ciudades. Personalmente y en
persona, no diría que se han hermanado las dos, porque
siempre fueron hermanas, que por expreso deseo de algunos se
tuvieron que separar, tal y como hicieron en la película
pero que se han vuelto a encontrar, fundiéndose en un
abrazo, con el que se abrieron las puertas de la esperanza
de que nada ni nadie volverá a separarlas.
En lo más profundo de “La Tacita de Plata” ha caído la mejor
de las Perlas del Mediterráneo”. ¿Qué más se puede pedir,
qué sea capaz de superar la mejor de las perlas en una taza
de plata?.
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