Ceuta mi Ciudad Querida, mas no hay ninguna tierra en el
mundo mejor que mi Ceuta, mas no he visto el mundo eso es lo
que hay.
Pero tiene mi Ceuta ciertas cositas que hay que corregir, el
tema de la LUZ ESOS APAGONES que nos recuerdan quizá esos
años treinta o cuarenta. De esos del racionamiento y esas
muestras de insularidad que Ceuta, por muchos fondos Feder e
inversiones millonarias, nos deja la CENTRAL ELECTRICA esos
gatos y ratas que se cuelan por los motores, para darnos
esos medio días de sábados aderezados con grandes dosis de
agua de lluvia. Recibo con satisfacción la invitación por
parte de la Comandancia General de poder asistir a la
Despedida de la Unidad de Ceuta de varias compañías de esta
tierra, que parten en Diciembre hacia Kosovo, el acto es a
las 12:30 en las Murallas Reales y el Vino Español a las 14-
horas en la Hípica. Como trabajo el sábado por la mañana y
gracias a nuestro CONVENIO no trabajo el Sobado por la
tarde, solo pienso en poder asistir a la Hípica y entré caña
y tapita impregnarme de aire marcial y castrense de mis
Fuerzas Armadas, la mañana aparece chunga, tiene mala pinta
el tiempo, mis persianas de la casa rugen de lo lindo, la
Bandera esta tiesa en el Puerto de los Cruceros y
Contenedores, agua que no para de caer, me voy emocionando
al ver esos Tarbuc y Chambergos lucir mis soldados por la
Avenida Martínez Catena, espero que el día, mejor dicho la
mañana, corra pronto para por lo menos acudir a la Hípica.
Lluvia y mas lluvia, la mañana oscura, ruidos de sirenas por
las calles, y cuando me faltaba poquito para que llegaran
las dos, “ZAS”, toma ya el apagón de turno, deja al
descubierto las carencias de Ceuta como dicen los castizos
cuando CAEN CUATRO GOTAS... antes me dolía los brazos y la
espalda de las persianas antiguas, ahora las tengo
electrónicas antes tenia 20 años, ahora 40 y eso se nota,
mucho músculo, poco cerebro me han dicho a veces, con eso de
las nociones básicas de la informática, cerca de cuarenta y
cinco minutos esperando a los angelitos de turno que
arreglen la avería de la luz, creo que cincuenta segundos
dura la luz para que solo baje dos persianas, y la risa
general en la Campana por los cristales, todo un sainete
caballa ,dando muestras esta tierra de ser a veces una plaza
africana al estilo colonial por el aislamiento con el
temporal, la llegada de víveres como el Peñón de Velez de
aquellos tiempos de maricastaña, al final llegué
chorreandito vivo a las tres de la tarde y solo pedía una
cita a solas con mi cama y mi almohada y una tacita de
caldo, la lluvia me dejó helado y con cara de bobo, el
apagón y la persiana me dejaron compuesto sin Kosovo, sin
Regulares ni Legión un sábado de esta Plaza Africana.
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