Los amantes del humor negro más surrealista tuvieron ayer
una cita con una de las obras dramatúrgicas cumbres del
género: Arsénico por compasión, de Joseph Kesselring, texto
que viene precedido por la exitosa adaptación al cine que
hicieron Frank Capra y Cary Grant en los años 40.
El Centro Dramático de Ceuta rescató, bajo la batuta de
Manuel Merlo, esta obra de sincronización de un total de
trece personajes que van de lo disparatado a lo
esperpéntico, tocados casi todos ellos por el “maravilloso
dedo de la locura”, según ha afirmado el propio director de
la representación.
Arsénico por compasión “mantiene todos los elementos de las
clásicas comedias de enredo, pero acentuando los ritmos y
cadencias, que sólo se logran tras numerosos ensayos”, ha
explicado Merlo, quien añade que ha sido “totalmente fiel al
texto original de esta corrosiva comedia con tintes de
intriga”.
La obra es “un canto en tres actos a la eutanasia ejercida
sin permiso”, la cual tuvo en la época de su estreno en
Brodway efectos catárquicos en el público, acostumbrado a no
oír más que noticias de muerte y destrucción sobre la II
Guerra Mundial.
Sobre César Martín recayó la responsabilidad de interpretar
a Mortimer Brewster, papel para el cual Cary Grant sacó su
mejor vis cómica. Martín estuvo secundado por Zoé García,
Marta Vila, Pedro Menlle, Juan Señas, Jesús Porteiro,
Esperanza Míguez, Marta Prieto, Dani Vicente, Emilio
Pomares, Lidia Peralta y el propio Manuel Merlo en el papel
del doctor Gilchrist.
|