Ceuta, desde hace tiempo, ha
dejado de ser la gran desconocida de Algeciras hacia arriba
y también, desde hace tiempo, es la hermana que todos
quieren tener.
Esto se demuestra en cada una de las comparecencias que
nuestra ciudad tiene en cualquiera de la partes de nuestro
país, donde se la trata y se la quiere como lo que es, una
hermana, tal vez, más pequeña, pero querida y hasta mimada
por su candidez y su apertura a todos.
Y ahora el hermanamiento con Cádiz, lo mejor que podían
hacer ambas ciudades. Cádiz, encerrada en un rincón
maravilloso, mira al mar y quiere contactar con todos sus
vecinos. Ceuta mirando a dos mares, no deja de mirar,
también, hacia tierras malagueñas y gaditanas.
Ambas siempre se llevaron bien y una cosa es cierta
rivalidad, a veces, deportiva, pero rivalidad sana, y otra
es esa relación de buenos vecinos a los que te agarras por
ser los más cercanos a ti.
El miércoles fue la segunda de las dos citas del
hermanamiento, casi dos años después de cuando se produjo la
primera aquí en Ceuta.
Y en las dos citas los mismos alcaldes, Juan Vivas por Ceuta
y Teófila Martínez por Cádiz.
Los dos máximos representantes de estas ciudades, ya
hermanadas, representan lo más granado del PP en estas
tierras del sur.
Juan Vivas que ha logrado atraerse hacia su partido la
volunta del 90% de los ceutíes, a los que no está
defraudando, sino todo lo contrario y Teófila Martínez, la
alcaldesa modelo que, frente a políticos de medio pelo está
demostrando que sabe lo que hace, que hace aquello que
necesita su ciudad y que, lamentablemente, en toda Andalucía
no han sabido valorar la talla de esta mujer en la política
local, regional y, yo diría que, nacional.
Además, y aquí mismo en Ceuta yo se lo oí decir “ asomarse
frente a las tierras de Ceuta, cuando vengo de Cádiz, es
asomarse a mi segunda casa”, y eso dice mucho para este
hermanamiento.
Hoy ya no se puede ir solo por la vida, y eso se sabe en
Ceuta y se sabe en Cádiz, como también se sabe que Ceuta no
va a hacer competencia en nada a Cádiz, ni Cádiz se la hará
a Ceuta. Ambas irán por sus caminos, pero hermanadas.
Y un hecho importante que podemos empezar a resaltar es que
ambas ciudades han acordado participar en programas
culturales, turísticos y económicos. En todo ello se pueden
complementar y se pueden ayudar mutuamente.
Ceuta ya tiene otros hermanamientos anteriores, el último de
ellos fue con la ciudad italiana de Acicatena, hace seis
años. Este era un hermanamiento histórico por sus raíces
gracias a la familia Rigio. Era otra cosa.
Y digo que era otra cosa porque el hermanamiento con Cádiz
es más cercano, es más auténtico y es más verdadero. No
debemos olvidar esa dependencia o interdependencia Ceuta –
Cádiz que conformaba la provincia gaditana, de la que
todavía quedan restos, para una y para la otra.
Y de este hermanamiento me quedo con: “Cádiz y Ceuta se
reinventan cada día, porque la necesidad agudiza el
ingenio”, palabras de Teófila Martínez en las que nos pone
de manifiesto, aquello que hay y lo que falta.
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