Aunque en España la epidemia del SIDA mantiene una tendencia
decreciente desde 1994 gracias a los programas de prevención
del VIH y a la introducción de los antirretrovirales en
1996, Bernat Soria, ministro de Sanidad y Consumo, recordó
ayer que “no se puede bajar la guardia, pues se estima que
hay entre 120.000 y 150.000 personas infectadas, alrededor
de tres de cada mil; pero lo más preocupante es que una
cuarta parte de ellas, aproximadamente, desconoce que lo
están”.
“Todos los días se infectan de VIH alrededor de 6.800
personas en el mundo, muriendo otros 5.700”, lamentó Soria,
quien explicó que por cada persona que inicia el tratamiento
antirretroviral se están produciendo seis nuevas
infecciones. “Hay signos de que la epidemia puede empezar a
controlarse, pero no será hoy ni mañana”, añadió el ministro
de Sanidad.
En el ámbito del VIH, las personas más vulnerables, como
usuarios de drogas inyectadas, aquellas que ejercen la
prostitución o cualquier cuyo comportamiento esté
criminalizado, suelen tener menor acceso a la información y
a los servicios sociosanitarios.
Una breve historia del SIDA
La era del SIDA empezó oficialmente un 5 de junio de 1981,
cuando el Centro para la Prevención y Control de
Enfermedades de Estados Unidos convocó una conferencia de
prensa donde describió cinco casos de muerte por neumonía en
los que las pruebas sanguíneas mostraron que carecían del
número adecuado de linfocitos, que combaten las infecciones.
Se cree que este virus habría sido transmitido de los
primates a la población humana en el continente africano
durante unos experimentos con vacunas contra la polio a
comienzos del siglo XX. La actual pandemia resulta de la
extensión del grupo M del VIH-1, procedente de una infección
producida en África Central, donde el virus manifiesta la
máxima diversidad, en la primera mitad de la centuria
pasada, pero pasó desapercibida mientras no empezó a afectar
a la población de los países ricos.
La muestra humana más antigua que se sepa que contiene VIH
fue tomada en 1959 a un marino británico, quien
aparentemente la contrajo en el Congo. Se cree que el virus
se contagió a través de la actividad sexual, posiblemente
con prostitutas en las áreas urbanas de África. A medida que
los primeros infectados viajaron por el mundo, fueron
llevando la enfermedad a los distintos continentes.
La nueva enfermedad fue bautizada, oficialmente, en el año
1982 con el nombre de Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA).
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