OPINIÓN - JUEVES, 29 DE NOVIEMBRE DE 2007

Viviendas para todos

Por Quim Sarriá

Eran las 18:00 horas cuando decidí dar una vuelta por la ciudad, por la zona más deprimida y constatar la situación actual de los ceutíes (debo aclarar que no puedo afirmar que todos fueran ceutíes por cuanto muchos de ellos no hablan castellano) que pululan por el barrio sin techo en el qué cobijarse.

Muchas aleluyas se han cantado ante la próxima entrega de viviendas mediante sorteo el próximo mes de enero del año que viene, creo que son 19 viviendas, y sólo para los jóvenes con plazos explícitos para dejarlos luego en la calle una vez cumplidos los 35 años.

Mientras Marruecos construirá una ciudad integrada en Casablanca, nada menos que por orden del Rey Mohamed VI, en la comuna de Lahrauin destinada al realojamiento de los 30.000 habitantes del barrio de chabolas, Carrières Centrales, llevando adelante el programa de resorción de éste tipo de viviendas… España muestra la cara de los escasos propietarios particulares de abundantes terrenos en varias zonas. A pesar de que la Gran Casablanca comprende 480 barrios de chabolas que albergan unas 500.000 personas. Algo empieza a funcionar en Marruecos.

Lo que es de desear, principalmente, es que nuestros Gobiernos, el estatal y el de la Ciudad, no dediquen todos sus esfuerzos a las viviendas para jóvenes… los mayores ¿no cuentan? Hoy en día si alguien se dedicara a efectuar un estudio pormenorizado sobre la situación de los españoles mayores de 35 años y menores de 65, en referencia a disponer de techo seguro… llevaría a un alto índice de desamparo total para esa franja de ciudadanos.

Los jóvenes de menos de 35 años, la mayoría por debajo o en el límite del “mileurismo”, y los mayores de 65 años con pensiones inclasificables y muchas dificultades para vivir, al menos, tranquilos el resto de sus días… tienen sus oportunidades de conseguir vivienda, pero de uso restringido. No se tiene en cuenta que el poder adquisitivo de la mayoría de los salarios imposibilita, hoy y en un futuro, que esos jóvenes despeguen económicamente a la par que el PIB y puedan acceder a una vivienda digna después de los 35 años.

Sería conveniente que cambiaran las normas de esas viviendas en el sentido de que se debería prorrogar el alquiler, dependiendo siempre del salario anual que cobrara en el momento de finalización del contrato de arrendamiento. Sería una formidable gestión en beneficio real de los ciudadanos. A más de que tendría que llegar a todos los ciudadanos, en general sin discriminación de edad, con escaso poder adquisitivo.

Puede ser exagerado, pero la verdad es que en España sólo tres personas acaparan 7.400.000 millones de metros cuadrados de suelo urbano, la especulación está servida con inmensos beneficios que sólo seis brazos abarcarán si decidieran venderlos al alza. Falta calcular cuánto terreno existe en Ceuta en poder de particulares, por no hablar de los terrenos del Ejército, y cuántos de ellos están acumulados en pocas manos. Como siempre, existen cazadores especializados en la adquisición de terrenos con los que especular a su antojo. ¿No puede hacer nada el Estado, en uso de sus leyes, al ser un bien público el derecho a la vivienda?

No es que quiera llegar a tanto, pero en Cuba –con sus hambres, pobreza generalizada, controles y desidias gubernativas, etc.- la vivienda es propiedad del Estado y los ciudadanos la usufructúan de por vida con lo que la especulación no existe, salvo a escondidas. Aquí, por lo menos, el Estado debería adquirir todos los terrenos urbanos edificables y construir viviendas a mansalva. Siempre obtendrá beneficio, no hay duda.