Por favor, que alguien me explique las dudas que existen en
el entorno de la AD Ceuta sobre Diego Quintero, que por
mucho que lo intento no lo comprendo.
Es verdad que el conjunto caballa está inmerso en una crisis
de juego y resultados que se ha prolongado seis jornadas,
que con el técnico sevillano en el banquillo los blancos
todavía no han sido capaces de ganar lejos del Alfonso
Murube, que este se ha podido equivocar a la hora de
afrontar algunos partidos, que con tanto cambio de sistema
no se ha conseguido nada y que con el paso del tiempo se ha
dejado de enamorar a la grada.
Pero en su defensa hay que decir que todos los equipos
tienen crisis a lo largo de la temporada, que a domicilio el
Ceuta pudo ganar en Melilla, Puertollano y Baza, que ha
habido encuentros en los que acertó de pleno y que con tanto
cambio de sistema ya sabemos cuales son los buenos. Lo
realmente extraño es que, en plena locura de los que mandan,
entre esos que ahora se rasgan las vestiduras, nadie se
percate de que el equipo está situado a dos puntos del
cuarto clasificado.
Pensándolo fríamente las dudas alrededor del entrenador
sevillano no son de ahora, sino del pasado verano. Porque
antes de su llegada ya hubo directivos que se opusieron y
ahora son los que se frontan las manos.
Bien es cierto que las comparaciones son odiosas, pero si el
año pasado esta misma directiva mantuvo a Carlos Orúe hasta
la undécima jornada, después de sumar seis míseros puntos en
diez partidos y sin ganar uno solo de ellos... parece que el
problema de este equipo no esté en el banquillo, sino en los
despachos.
Quintero, hombre de fútbol valiente, si has de caer, hazlo
como llegaste... de frente.
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