Alas nueve de la noche, bastante
fresca, por cierto, en Alfonso Murube, el lunes teníamos
noticias, mientras veíamos el partido del Ceuta con Rafael
Peña, de la Agencia EFE, de un nuevo golpe al tráfico de
sustancias prohibidas.
A esto ya estamos acostumbrados, y más teniendo en cuenta
que los profesionales de la Guardia Civil, en las
actividades en que intervienen son verdaderos profesionales
y no toleran que se les escape nada. Eso es profesionalidad.
Pero lo nuevo para nosotros, y creo que también para Rafa
Peña, era el hecho de que esos alijos tuvieran su “aposento”
en las inmediaciones del la isla Perejil, un lugar hasta
hace pocos años, sólo conocido por expertos del mar, por
algunas personas de esta zona y por cuatro o seis docenas
más de españoles, de los de a pie, entre los que me
encontraba yo.
Más de dos toneladas, 2200 kilos de hachís acababan de ser
decomisados, en una lancha semirrígida que se encontraba
fondeada muy cerca de esa islita.
Era otro punto más. Un lugar muy guardado, no sé si muy
vigilado, pero en esta ocasión con la Guardia Civil en su
sitio que no se dejó escapar un alijo que, puesto en el
mercado, hubiera dado muchos kilos de turrón en las próximas
Navidades.
Ahora, tras esta intervención y “decomisación” de tal alijo,
parece que estamos en el descubrimiento de una nueva “ruta”
ignorada hasta ahora y que partiendo de Marruecos, con
“escala” ahí, podría partir hasta Ceuta y de aquí salir a la
Península.
La ruta en cuestión, según los expertos, tendría una ventaja
especial y es que apenas tocaría tierra y, por consiguiente,
muy pocos agentes se iban a cruzar en ese recorrido.
Si la “ruta” viene de antes, puede que haya terminado desde
ahora, y si tal ruta era nueva, la Guardia Civil ha dado el
“alto” en el preciso momento y la puede dejar fuera de
servicio.
No cabe duda de que eran unos días, por lo difícil de la
navegación, muy apropiados para este tipo de aventuras por
parte de quienes arriesgan hasta el final, pero, claro, una
aventura y tan peligrosa como esta no podía llegar a buen
puerto y en este caso no pasó de ese “peñasco” que conforma
el Perejil.
La intervención de la Guardia Civil se llevó a cabo antes de
que aparecieran los tripulantes de la lancha semirrígida,
con lo que no se pudieron aprovechar de la oscuridad de la
noche para poder deslizarse a las costas de la Península.
Hubo éxito en cuanto al alijo. No lo pudo haber en cuanto a
que los responsables no estaban allí y no pudieron ser
detenidos.
Haber esperado y haber cogido a todo el grupo que estaba por
detrás, hubiera sido muy bonito, pero había posibilidades de
que alguno hubiera escapado con parte de la presa,
amparándose en la oscuridad, con lo que se prefirió el dicho
de “más vale pájaro en mano ... “, eso sí, pero sin los
pájaros en la jaula, aunque con la comida bien preparada.
El mes, que está punto de finalizar, ha sido interesante en
este capítulo y a falta de un par de días para que termine
noviembre ya se han apresado 3000 kilos de hachís en esta
zona. Una cantidad muy importante, que pretendía “hacer
caja” para las fiestas que se acercan.
Estamos a punto de entrar en diciembre, ahora hay muchos
gastos y algún golpe más puede caer estos días.
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