El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García Arreciado,
dejó ayer por primera vez públicamente abierta la posiblidad
de que los más de 30 inmigrantes de Bangladesh que hace tres
meses huyeron del CETI local por temor a ser repatriados
puedan ser trasladados a la Península y ser regularizados.
Horas antes de que tres representantes de la Red de apoyo
Ferrocarril Clandestino, el colectivo que más se ha
movilizado a nivel nacional contra la deportación del grupo,
se encontrasen con el jefe de Gabinete del ministro de
Interior, Gregorio Martínez Garrido, el onubense admitió
ayer que “si se encuentra un punto solvente para su salida
el Ministerio estaría dispuesto a reconsiderar su postura”.
Arreciado alumbró esta nueva opción después de que la
comunidad bengalí madrileña, cuyos miembros han participado
activamente en diferentes concentraciones organizadas por
Ferrocarril Clandestino, plantease la posibilidad de ofrecer
contratos de trabajo y estabilidad a los bangladeshíes que
permanecen en la ciudad autónoma desde hace más de dos años.
Vuelta al CETI
Mientras la comunidad estudia ahora la fórmula para
concretar esa opción Martínez Garrido trasladó ayer a
Ferrocarril sus condiciones para cambiar de postura: en
primer lugar, que el colectivo vuelva al CETI. Después, el
Ministerio estudiaría “caso por caso” su situación antes de
tomar una decisión, que en caso de ser favorable pasaría
siempre por la existencia de ofertas de trabajo “reales”.
Ferrocarril ha recopilado ya más de 6.000 firmas contra la
deportación del grupo.
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