El intelectual gaditano Guillermo Portillo fue el encargado
de poner el cierre a la noche de festejos, con olor a
caballa y con pestiños gaditanos de postre, que ya se asoma
el carnaval por los rincones de Cádiz y las calles de Ceuta.
El poeta andaluz de 79 años, autor de multitud de obras
poéticas quiso rendir homenaje en su discurso a su buen
amigo y fallecido Luis López Anglada, a través del cual
conoció la poesía como instrumento de vida y con quien
interambió numerosas epístolas en forma de versos.
La intervención de Portillo se guardó como entremés de una
cena que se celebró en el Casino Gaditano, un edificio
decorado al estilo neo mudéjar y que congregó a los ceutíes
y gaditanos más entregados y hermanados, para poner el fin
de fiesta a la unión de dos ciudades encontradas por fin.
Anglada, fallecido recientemente, fue un militar de gran
gusto por la literatura. Nacido en Ceuta en 1919, su figura,
por importancia cultural, merecía un hueco en este
hermanamiento. Por ello, Portillo, que presentó su última
obra ‘La luz y el mar de Ceuta’, leyó alguno de sus poemas,
dedicados a su amigo Anglada. El autor gaditano explicó que
“después de los discursos que se han ofrecido en el
Ayuntamiento, poco me queda a mí por decir”, expresó durante
su intervención en el Casino Gaditano.
|