No decimos que Dios los críe, pero
lo cierto es que al veterano dictador Castro, que agota sus
fuerzas, le pueden suceder otros de su mismo talante.
Y he dicho “pueden suceder” porque no creo que ni para sus
respectivos pueblos, ni para el continente sudamericano, sea
conveniente que los Hugo Chávez, Ortega o el “muchacho del
jersey de rayas, Evo Morales, sigan en esa situación de irse
proclamando, con la ley adulterada por ellos, reyezuelos de
sus respectivos países.
Hace pocos días, yo ponía un ejemplo de lo que fue, y ya no
es, en el este de Europa. Allí, una vez que cayó el sistema
de las llamadas democracias populares, quedaron unas tierras
sin el rendimiento que hubieran podido dar, quedaron unos
países arruinados socialmente, pero además quedaron unos
cuantos “listos” que pasan por ser ahora de los más ricos
del planeta. Eso en la Europa a la que se suponía una
civilización de muchos siglos.
La papeleta, y con unas ideas “ en teoría similares”, pero
mal digeridas, se plantea ahora en el continente
sudamericano, y con varios países Venezuela, Bolivia o
Ecuador, como elementos emblemáticos de la izquierda del
populismo revolucionario, asilvestrado y antisistema.
Castro puede ser el ejemplo a seguir, pero aquí, ahora, la
cabeza pensante parece que es Hugo Chávez, posiblemente
porque él es el que más riqueza puede controlar y en
momentos difíciles podría echar mano a esos otros satélites,
a los que domina, alguno de ellos, como Evo Morales, que ya
se ha manchado las manos de sangre con los incidentes de los
últimos días.
El muchachito del jersey de rayas, que llegó al poder con la
esperanza para muchos indígenas de ser su salvación, hasta
ahora no ha pasado de las promesas, ni de los intentos de
nacionalización, que no ha repercutido en que , esos
indígenas que le apoyaron, y los otros que no le apoyaron,
vivan mejor.
Es cierto que Bolivia no tiene la riqueza que Venezuela,
pero no menos cierto es que incluso las zonas del este, las
más ricas, no han variado su situación de lo que eran antes
de la llegada al poder del muchacho del jersey de rayas.
Los incidentes de Bolivia, con el principal organismo,
“secuestrado”, en un cuartel y con el cambio de Constitución
a espaldas del pueblo, es uno más de los “golpes de estado”
bananeros, y me da igual que surjan de la izquierda que de
la derecha.
Mal pintan las cosas. Fidel aguantó, y sigue aguantando,
mucho tiempo, porque el sistema y la división del mundo en
su momento Este – Oeste le dio la oportunidad de que la URSS
le echara una mano, cuando el Oeste le volvía la espalda.
Ahora las cosas están de otra manera. Ahora las posturas
Norte – Sur no sé si les darán la mano en alguna parte a los
Chávez, Ortega y Evo Morales, o si los van a dejar a su
suerte. Si hay quien les da la mano, que no sea España, lo
tendrán que pagar caro y Chávez tiene petróleo, pero los
otros ... , mientras que si los dejan a su suerte, ya
veremos hasta cuando, unos pueblos hambrientos van a seguir
apoyando sus locuras.
Lo curioso de todo esto es que mientras Hugo Chávez está de
propaganda electoral, para el SI de su permanencia “eterna”
en el poder, Evo Morales hace el cambio de la Constitución a
su manera, y hasta ahora ya ha habido muertos.
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