Por muchos recursos de que se dispongan, y todas las fuentes
coinciden en que Ceuta no es precisamente colista en ese
apartado a nivel nacional, todas las estadísticas
relacionadas con el fracaso escolar en la ciudad son
indómitas. Las últimas conocidas, sobre la tasa de abandono
prematuro de los estudios (antes de los 14 años), insiste en
la tendencia.
Las jornadas sobre la implantación de la Ley Orgánica de
Educación que se celebraron en Málaga durante la segunda
semana de este mes arrojaron, con datos relativos a 2005,
los últimos disponibles, otro jarro de agua fría sobre la
situación del fracaso escolar en Ceuta, que sigue liderando
el ránking regional en lo que al porcentaje de personas de
18 a 24 años que han abandonado prematuramente [los que han
finalizado como mucho el primer ciclo de educación
secundaria, esto es, a los 14 años] su formación en el
sistema educativo español: un 43,2% frente al 30,8% de la
media nacional, que se espera que en 2006 baje al 29,9% que
ha recortado 6,1 puntos desde 1995.
Como viene siendo habitual, el porcentaje de adultos que han
abandonado antes de tiempo el sistema educativo es mayor
entre los hombres (49,6%, el porcentaje más alto de toda
España) que entre las mujeres (37,4%, líder también a nivel
estatal). Todo esto a pesar de que, según todas las fuentes
consultadas, las ciudades autónomas son de las regiones que
más recursos tienen para Educación del Estado.
“Todo lo que sucede dentro de la escuela sólo se explica a
través de lo que ocurre fuera de la escuela”, parafraseó el
subdirector general adjunto de Relaciones con las
Administraciones Territoriales del Ministerio de Educación,
Manuel Bellón, que participó en el ciclo en la capital
malagueña, al sociólogo francés Cristian Baudelot antes de
proponer “algunas claves” para reducir el bajo rendimiento
educativo.
Entre ellas citó “la escolarización temprana”, la detección
e intervención “inmediatas” ante los problemas; “tener en
cuenta las necesidades individuales”; adaptar el modelo de
escuela; buscar “aliados externos a la escuela” en la
sociedad; fomentar la “implicación familiar”; incidir en la
“eficiente coordinación de esfuerzos”; evaluar las políticas
educativas; promocionar la formación del profesorado e
implantar “alternativas de recuperación”.
Uno de los objetivos europeos 2010 en el caso de España es
reducir la tasa de abandono escolar situándola como media de
los países de la UE por debajo del 10%
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