El próximo Pleno aprobará la nueva
Ordenanza Reguladora de los Polígonos de Actividades
Económicas e Industriales de Ceuta, por la que se fijan los
criterios, modos y usos de estos espacios físicos que, hasta
la fecha, constituían claramente la casa de ‘tócame Roque’.
Cuando hablamos de esta ordenanza, el pensamiento se nos
centra directamente en el Polígono del Tarajal, la
Chimenea... y en esos espacios erigidos en baluartes del
caos y del tercermundismo que ahora se quiere atajar,
después de dar los pertinentes pasos, y acabar con semejante
canto a la desorganización, imprudencia y ¿por qué no?,
piratería; que de todo hay.
Con esta Ordenanza se pretende establecer las normas
adecuadas que corrijan situaciones aberrantes motivadas por
el desconcierto existente.
Este documento, que entrará en vigor al día siguiente de su
publicación en el Boletín Oficial de la Ciudad, obliga a la
obtención de las preceptivas licencias administrativas para
la ocupación de parcelas y navez, así como para el ejercicio
de las actividades que en ellas se desarrollan, así como
mandata a comunicar a la Ciudad Autónoma la transmisión de
las naves o parcelas. En cualquier caso son sólo dos puntos
que aclaran el espíritu con el que se ha elaborado una
ordenanza reguladora que ya cuenta con la aprobación de los
empresarios implicados después de una reunión previa en la
que se les anticiparon los contenidos. Ciudad, Cámara y
empresarios ya han determinado que es un documento válido en
el que se encuentran recogidas las peticiones realizadas a
las autoridades aun cuando se reserven el derecho de
presentar alguna alegación a través de la Cámara.
Ahora, una vez que ha movido ficha la Ciudad, Delegación del
Gobierno puede seguir mediando con la Administración General
del Estado para que logre en el ámbito de las relaciones
exteriores que el ‘amigo’ Marruecos reconozca la Aduana en
el Tarajal por el interés de Ceuta.
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