Cada día la política nos trae algo
nuevo con que sorprendernos. Ahora, los del PSOE,
encabezados por el gran mago en la venta de imposibles, el
señor Rodríguez Zapatero, se han sacado de la manga, como
nuevos Merlines del tururú político, una nueva modalidad
para intentar atraer los votos deaquellos que todavía pueden
–quién sabe por que oscuros mecanismos mentales, confiar en
que los que han sido capaces de poner a España boca abajo;
que han convertido a una nación respetada internacionalmente
en una especie de caricatura de su propia imagen (para
alegría de enemigos y estupor de amigos); dándoles una nueva
oportunidad para dejarles gobernar de nuevo, confiando en
que no incurran en los mismos errores.
Parece ser que los socialistas ya se han decidido a tirar la
toalla y, dándose cuenta de su incompetencia para gobernar
la nación con personajes tan grotescos como el señor
Fernández Bermejo o tan incompetentes como la agresiva
señora Álvarez, sin olvidarse de la reina de la enseñanza,
la de la Educación para la Ciudadanía, señora Cabrera; han
decidido buscar ayuda fuera de las fronteras de nuestro
país, para rodearse de un gabinete en la sombra que sea
capaz de gobernarnos desde el stageback del escenario
político o sea de espaldas al Parlamento de la Nación que
quedará reducido a un gran escenario de marionetas donde
quienes moverán los hilos serán los catorce “sabios” que
actuarán en off desde su centro de mando. Si, señores, no se
crean que estoy quedándome con ustedes, porque les aseguro
que no miento. Ha empezado para nuestra Nación un nuevo
sistema de gobierno inédito hasta hora, algo así como un
gobierno teledirigido, un invento parecido al sistema de las
multinacionales que gobiernan desde la oficina madre a todas
sus sucursales. Bien, este nuevo método tiene la ventaja de
que podrán presentarse como candidatos del partido a los más
tontos, los indocumentados de costumbre o los que tengan
mejor planta cara a la galería, debido a que no será
necesario que tengan la más mínima preparación política
(tampoco habrá tanta diferencia con los actuales miembros
del Ejecutivo) y su única misión será sonreír agradablemente
y vestir con empaque los trajes del mejor percal.
Hay que resaltar que, para este staff de campanillas, se ha
procurado elegir a personas que puedan exhibir grandes
pantallas propagandísticas, como pudieran ser premios Nóbel
y otras figuras de relieve internacional, eso sí, todos con
la etiqueta de “progresista e internacional”, no fuera que
se colara algún “indeseable” de la derecha a dar la lata.
Catorce figuras entre filósofos, lingüistas, economistas y,
lo que más le pone a Zapatero, los premios Nóbel de la Paz.
Ya saben que es su palabra favorita y su talismán para
meterse en el bolsillo a toda la progresía de este país.
Claro que hay alguno que desmerece del conjunto de “grandes
maestros”, como el alemán Wolfgang Merkel que parece que fue
asesor político del canciller Schröder (por el resultado que
tuvo ante la Merkel no parece que sea demasiado
recomendable) o la profesora keniata Wangari Maathai, de la
que se dice que es una defensora a ultranza de la ablación
del clítoris ( atentas las feministas).
Es decir, que Zapatero se va a ver obligado a aprender, a
marchas forzadas, el inglés si es que quiere entenderse con
tal babélica compañía. ¡Ah! Me han informado que a nuestro
estimado Pepiño Blanco, el Pepillo Grillo del partido
Socialista, ya le han encontrado una ocupación: visto que no
puede con su carrera de Derecho, le van a nombrar barman de
tan distinguida concurrencia a ver si, con el trato continuo
con las celebridades, se le pega un poco de su saber y así
se puede sacar algo de él que no sean insultos a la
oposición.
No estoy muy seguro de que consigan enderezar el estropicio
que ya han hecho y que, una señora de Kenia y una periodista
premios Nóbel, junto a un lingüista politólogo, sean capaces
de convencernos a los españoles de que, para levantar a un
país y llevarlo a la prosperidad, lo adecuado es seguir las
directrices de los fracasados.
|