Veo en un despacho de prensa de la
agencia EFE, que la Audiencia Nacional ha condenado a los
dos jóvenes – yo diría gamberros – acusados de quemar una
foto de los Reyes de España durante una visita a Gerona, a
una multa de 2730 euros cada uno.
Lo primero que tengo que festejar es que esos gamberros no
eran ni de Ceuta, ni de mi pueblo, porque tanto aquí como en
mi pueblo, al menos, todavía queda vergüenza y respeto por
las principales instituciones.
Lo segundo que tengo que decir es que me alegra ver como se
toca el bolsillo de los indeseables que ni respetan, ni
permiten que quienes tienen respeto puedan ejercer
libremente sus deseos y sus formas de actuar.
Y lo tercero que digo, al conocer esta sentencia, es que me
parece demasiado corta la sanción, que esa acción no se ha
valorado nada o en casi nada, puesto que la Corona, al menos
mientras sigamos teniendo la Constitución de 1978, no es un
simple emblema, ni un cromo en España, incluida Gerona, que
todavía es España.
El artículo 56, 1, de la Constitución dice:” El Rey es el
Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra
y modera el funcionamiento regular de las instituciones...”.
De momento, los pirómanos de Gerona, deben saber que también
allí el Rey es el Jefe del Estado, además de que: “La
persona del Rey es inviolable...”(Constit. 56,3).
Por esto me parece poco la multa de los 2730 euros, aunque
el juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional, con
buen tino ha considerado que es “más positivo” para los dos
acusados Jaime Roura y Enrique Stern, que no ingresen en
prisión y que en su lugar paguen la multa.
Algo hemos ganado, porque si ingresan en prisión nos iba a
costar dinero a todos, mientras que así nada nos cuesta y
ellos tendrán que “rascarse el bolsillo”.
Lo de “ellos” es un decir, porque ahora mismo, en ciertas
zonas de nuestro país, España, hay algunos enrabietados que
serán capaces de colaborar en el pago de esa multa y otras
más, con tal de dejarse ver y manifestar su rechazo a la
Corona y a todo lo que es España.
En esta situación el juez, que de esto sabe más que
nosotros, rebajó a la mitad la cantidad que solicitaba el
fiscal Ignacio Gordillo. Eso hubiera sido más ejemplar aún,
el doble, pero el juez considera esa cuantía “excesiva” para
su condición de estudiantes.
Mi pregunta es ¿Y si hubieran sido camareros o camioneros?.
Es cierto que al ser estudiantes están costando dinero a sus
padres y a todos los que pagamos impuestos, pero no menos
cierto es que el ser estudiantes, lo sabemos bien quienes lo
hemos sido muchos años, no nos da derecho a hacer lo que
queramos y menos a ultrajar los elementos básicos y
constitucionales de nuestro país.
Y además, como los que actúan de mala fe “conocen más leyes
que los mismos jueces” está la cuestión de si había
traductor o no de Catalán, cosa que no nos debe valer
porque:” El castellano es la lengua oficial del Estado.
Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el
derecho a usarla” (Constitución 3, 1). Esto está muy claro,
y debería estarlo también para los jovencitos de Gerona, que
deben saber eso y lo contrario.
Esta sentencia ahí queda, de ahora en adelante, cualquiera
sabe lo que harán grupetes como estos, pero es el primer
paso.
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