Decía la sabia de mí abuela,
cuando tenia que referirse a esa clase de amigos que te
traicionan a la primera da cambio dejándote, como
vulgarmente se dice, con el trasero al aire: “que con amigos
como esos, no hacen falta enemigos”. ¡Que razón llevaba mí
adorada viejita en todo cuanto me decía!
Dejamos a la mayor potencia mundial, llenándonos de un
antiamericanismo trasnochado y caduco aliándonos, en la cosa
de Irak, con alemanes y franceses indisponiéndonos, al mismo
tiempo, con Inglaterra que también es potencia en el
contexto político mundial
A cambio damos toda nuestra amistad a Venezuela, Bolivia y
Cuba entre otros dictadores bananero. Ahora, eso sí, que
nadie dude de las grandes potencias que son el contexto
mundial estas repúblicas bananeras, al frente de las cuales
están estos grandes y admirados demócratas ejemplo al mundo
entero de lo que son los países libres y defensores a
ultranza de los derechos humanos.
Situación difícil de entender y, más difícil de aceptar,
cuando se comprueba como aquellos países europeos, Francia y
Alemania, con los que hicimos causa común cuando la guerra
de Irak, nos abandonan a nuestra suerte y se ponen a
disposición, sin condiciones del la primera potencia
mundial. Como decía mí abuela: “nos han dejado más solos que
la una”.
Algunas multinacionales americanas han iniciado la marcha
para establecerse en otros países considerados amigos de los
malos de los americanos de América. En cuanto a las bases,
esa que algunos piden con insistencia que se quiten y de
vayan de una vez, todo parece apuntar que los americanos,
esos que son los demonios del mundo para nuestros nuevos los
dictadores de las repúblicas bananeras, según se rumorea se
van a instalar en un país no muy lejano a España con el que
estamos obligados a entendernos.
Que se vayan las multinacionales americanas a otros países
considerados, en estos momentos, más amigos de ellos que
España. Que Alemania y Francia nos hayan dejado abandonados
para unirse a los americanos. Que se vayan a llevar las
bases hacia otros ligares. Todo eso carece de la más mínima
importancia. Pequeñas bagatelas que, cada día, nos viene a
demostrar que vamos perdiendo peso específico, a pasos
agigantados, en el contexto de la política mundial.
Menos mal, eso hay que reconocerlo, que las grandes
multinacionales de las repúblicas bananeras han venido a
sustituir a las americanas, y la marcha de estas apenas de
ha dejado notar. Pues con su llegada y establecimiento en
nuestro país, han creado unas fuentes de riquezas
insuperables. Y todo a cambio de no pedirnos ayuda alguna.
Las cosas como son, estos países gobernados por dictadores
baratos, golpistas y matoncillos del tres al cuarto jamás
nos han pedido nada sino, todo lo contrario, nos han enviado
cuanto nos hace falta. Hay que reconocer que desde la época
de Fernández Ordóñez, no ha habido un ministro de asuntos
exteriores con tanto prestigio en política exterior. Llevaba
razón mí abuela, cuando me decía: “con amigos como esos, no
hacen falta enemigos”. Adiós, Hugo
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