La Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE)
leyó ayer en la plaza de España, con la presencia del
presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, y representantes
de todas las fuerzas políticas, un manifiesto en el que
exigió que “los hombres abandonemos la pasividad con la que
contemplamos a los maltratadores y tomemos conciencia de que
las agresiones a las mujeres perjudican la convivencia en
igualdad que entre todos debemos construir”.
Ante unas decenas de personas, la AHIGE realizó su primer
acto aprovechando la proximidad del Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia de Género –previo incluso a su
presentación oficial, que se hará en el próximo mes–. Al
acto asistieron Juan Vivas, Mohamed Ali, portavoz de UDC-IU;
Rabea Mohamed, presidenta del Centro Asesor de la Mujer;
Julián Domínguez, coordinador de UPyD; Mohamed Mustafa,
presidente de Juventudes Democráticas; y José Ramos,
presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de
Vecinos, entre otros, quienes formaron detrás de una
pancarta con el lema Los hombres de Ceuta se manifiestan.
“Las miles de víctimas asesinadas por sus maridos, novios,
hijos o compañeros, aparentemente normales ante la sociedad,
pero con comportamientos salvajes”, leyó Juan José Díaz,
representante de AHIGE, “deben provocar de una vez que los
hombres, que en su mayoría estamos en contra de todo tipo de
violencia, abandonemos la pasividad con la que contemplamos
a los maltratadores y tomemos conciencia de que las
agresiones a las mujeres perjudican la convivencia en
igualdad”.
“Durante décadas”, recordó el miembro de AHIGE, “la mujer ha
luchado; y hoy más que nunca continúa haciéndolo para
obtener la igualdad, pero el esquema masculino sobre el que
se constituye la sociedad actual impide en muchas ocasiones
que la teoría que propugnan las leyes se plasme en la
realidad cotidiana”.
“Sabemos que no podemos ponernos físicamente en la piel de
una mujer”, señaló Díaz, “por eso somos conscientes de que
tenemos que trabajar doblemente para seguir desterrando
aquellos esquemas masculinos de la mujer en casa y con la
pata quebrada”.
Según el portavoz de AHIGE, las agresiones físicas y
psíquicas que reciben las mujeres a manos de los hombres
“nos duelen, nos golpean y nos indignan tanto como a ellas”.
“Las muertes se rebelan como gritos en busca del derecho a
decidir, a elegir y a participar en pie de igualdad”, añadió
Díaz, para quien “el trabajo a desarrollar es amplio, ya que
los hombres debemos superar décadas de prepotencia”.
“Reclamamos dignidad, y exigimos que se castigue a los
maltratadores y lo hacemos, pero no queremos que esto se
quede en un mero gesto de solidaridad”, concluye el
manifiesto, “nuestra intención es seguir luchando junto a
vosotras para que se os respete”.
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