Parece que una larga, improvisada
y distendida conversación con mi buen y viejo amigo Fernando
Canellada, director del diario ‘La Nueva España de Gijón’
(del grupo ‘Prensa Ibérica’) en presencia de una periodista
del medio plasmada, luego, en dos hojas a todo color, ha
levantado en Ceuta cierta polémica (según me comentaban esta
mañana Antonio Martín, de la SER y Juanjo Coronado, de ‘Onda
Cero Radio’, después de entrevistarme), en particular tras
el ojo periodístico del director de este medio, Antonio
Gómez, quien decidió ayer (después de saludarme el pasado
lunes, estando yo por tierras cántabras) sumarse a la
conocida especialidad de “copiar y pegar” plasmándolo en “El
Pueblo”. Hablamos de muchas cosas aunque como siempre fue
más lo guardado en el tintero, llamando la atención al
avezado periodista asturiano tanto mi afirmación de que
“Ceuta se encamina hacia un escenario diferente” como la
torpeza diplomática -fui el primero en advertirlo- al hacer
coincidir la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla con el 32
aniversario de la “Marcha Verde”; era innecesario. Yo no soy
“meigo” y desconozco si Ceuta pasará (por diferentes
conductos) un día a Marruecos, pero es indudable que esta
pequeña ciudad española del Norte de África es actualmente,
de hecho, una entidad administrativa con sobrado historial y
soberanía española… notablemente “marroquinizada”. Incluso
de seguir así, nos encontraríamos en un breve lapso de
tiempo con una población mayoritariamente magrebí,
“marroquinizada” (en el mejor de los casos) o “islamizada”
(una vuelta de tuerca más) en el peor de los posibles, que
podría abrir las puertas a otras opciones. Un detalle: si el
Reino de Marruecos decidiera un día, por las circunstancias
que fuere, presentar ante instancias internacionales una
masa de población con nacionalidad marroquí, aunque censada
en Ceuta… ¿cuantos miles creen que pudiera juntar?; ¿y saben
como, “chuia chuia”, sigue Marruecos sumando gentes y
voluntades…?.
Sé que algunos datos pueden escocer pero, créanme, de nada
sirve meter el “fozicu” bajo tierra como los avestruces.
Fácil es meterse con el mensajero, existe una amplísima
casuística, pero para aquellos bienpensantes que se rasguen
las vestiduras sugiero inquieran, en la Ciudad querida, el
listado de empresarios con pedigrí “caballa” e intereses
económicos al otro lado del Tarajal; y si hablamos de los
almacenes de la zona del Biutz, ¿saben ustedes cuantos de
sus supuestos propietarios son, en realidad, “hombres de
paja” actuando en nombre y representación de negociantes del
vecino país?. Por no hablar de la insoportable inflación y
su repercusión en la cesta de la compra, que naturalmente
muchos ceutíes alivian comprando en el cercano “zoco” de
Castillejos… ¡Pero si la sabrosa “sama” que almorzaron Don
Juan Carlos y el Presidente Vivas procedía de la pesquera
localidad marroquí de Agadir! ¿Que me dicen de la “segunda
residencia” pasada la frontera, más “baratita” que en la
Península, verdad?
Incluso y si me apuran, hasta habría una enojosa “vía
Express” por la que el Reino de Marruecos, ¡con bendición
española!, podría apoderarse (haciendo encima un “favor”) de
esta centenaria ciudad hispana del lado sur del estrecho de
Gibraltar. Nos vemos.
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