“Un malentendido”. Esa fue, según Salah Eledin, capitán del
buque egipcio que encalló el viernes en los isleros de Santa
Catalina, la causa inmediata que llevó el buque egipcio
contra las rocas. Si el malentendido fue con los operadores
del Sistema Automático de Identificación de Buques que
monitoriza el Estrecho, con sus cartas de navegación o con
su frecuencia de radio rehusó a explicarlo ayer en la
conversación telefónica que mantuvo con este periódico horas
después de que concluyera la extracción del fuel que
contenían los tanques dañados del barco y de que tuviera que
aplazarse el resto a causa del viento.
Se llama Salah Eledin, lleva una década trabajando para la
Federal Arab Maritime Company y permanece junto a 17
miembros de su tripulación a bordo del buque que capitanea,
el ‘Al Zahraa’, encallado desde el viernes por la tarde
frente al vertedero de Santa Catalina, de donde el buque
egipcio, como él, tardará previsiblemente “bastantes días”
en salir, según prevén varias fuentes consultadas ayer. En
primer lugar porque el viento de Suroeste no facilita las
cosas y ayer obligó a la gabarra algecireña ‘Guenda’ a
posponer poco antes de las 14.00 horas la extracción del
fuel almacenado en el mercante.
En un inglés precario y ajeno a todos los dedos que le
señalan como poco menos que un torpe y principal responsable
del accidente Eledin aseguró ayer en declaraciones a este
periódico en conversación telefónica vía satélite que el
choque se debió a “un malentendido”, aunque se negó a
detallar si tenía o no el Canal 16, de Emergencias, de su
radio abierto, como debía, para poder ser advertido de su
rumbo errático por el los controladores del Sistema
Automático de Identificación de Buques (AIS, en sus siglas
en inglés, de adscripción obligatoria para un buque de su
clase desde 2005), o si sus cartas de navegación de la zona
están o no actualizadas.
A la espera de conocer esos trascendentales detalles, que a
la vista de su silencio deberá esclarecer el expediente
sancionador que abrirá Capitanía Marítima cuando concluya el
trabajo de campo, la ‘Guenda’, de 100 metros cúbicos de
capacidad, volvió a puerto a media carga pero con su
objetivo prioritario cumplido: retirar los 40 metros cúbicos
de fuel “peligroso” que el buque tenía aún en los tanques
que resultaron dañados al embarrancar. De acuerdo con el
capitán marítimo de Ceuta, Jesús Fernández, que a última
hora de la tarde de ayer tildó la situación de “controlada,
entre comillas”, en el interior del mercante quedan aún
“entre 50 y 60” toneladas de fuel que serán retiradas “en su
totalidad” antes de que la pontona onubense encargada de
llevarse su carga de bobinas de acero comience a trabajar.
El fuel, en tanques “intactos”
“Hasta que no quede ni una gota de fuel en el barco no
intentaremos moverlo”, adelantó Fernández, quien volvió a
poner como “prioridad absoluta” la seguridad del Medio
Ambiente y del personal implicado en los trabajos. “Todo el
fuel que queda en el barco está en su cámara de máquinas, en
sus tanques de diario y de sedimentación, compartimentos que
permanecen intactos”, recordó el capitán marítimo: “Seguimos
creyendo que cuando se le retire la carga el buque
reaccionará y podrá ser reflotado, pero actuaremos con las
máximas garantías”, afirmó.
Sobre lo que no dejó lugar a dudas fue sobre el futuro que
espera al ‘Al Zahraa’, que difícilmente llegará a Londres
como tenía previsto pese a que no todas las fuentes
coinciden en ello. “Este barco no puede seguir navegando en
las condiciones en las que está, máxime cuando estamos ya
casi en pleno invierno”, descartó el capitán, lo que deja
abierta la incógnita sobre qué será de su carga una vez que
el carguero con grúa ‘Pinesa Tercero’ la traslade en el
puerto ceutí y del propio barco, para el que ya se ha citado
el desguace como destino probable.
Remolcadores de Boluda
Ambas interrogantes deberán resolverlas los técnicos de la
compañía holandesa Svitzer Wijsmuller Salvage, contratada
por el armador para reflotar el barco y que ayer ya trabaja
ron codo a codo con Marina Mercante tomando las primeras
decisiones al respecto, entre ellas la contratación de
varios remolcadores de la empresa alicantina Boluda para que
arrastren el barco encallado cuando esté vacío de fuel.
|
“La normativa internacional desautoriza las
desafortunadas declaraciones de Madiedo”
Mientras sigue creciendo la lista
de accidentes marítimos de gravedad en el Estrecho (al
mercante le han precedido el buque frigorífico Sierra Nava,
los petroleros Samothraki y Torm Gertrud y el chatarrero New
Flame), según Ecologistas en Acción porque los puertos de la
zona se han convertido en la principal “gasolinera” entre el
Mediterráneo y el Atlántico (el ‘Al Zahraa’ venía a Ceuta a
repostar 150 toneladas de fuel), varios especialistas con
contrastada experiencia en este tipo de sucesos mostraron
ayer su “sorpresa” por las declaraciones del presidente de
la Asociación española de Marina Civil, José Antonio Madiedo,
sobre la responsabilidad por inacción del capitán marítimo
de Ceuta en el accidente. “Hay una normativa internacional”,
aseguraron fuentes oficiales radioelectrónicos de Marina
Mercante, “que desautoriza sus desafortunadas
manifestaciones porque hasta que el buque encalló dependía
del Centro Zonal de Coordinación y Salvamento y el AIS;
después se hizo lo que había que hacer: activar el Plan
Nacional de Contingencias”.
|