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OPINIÓN - MARTES, 20 DE NOVIEMBRE DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

La gran obra
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Escribí semanas atrás que Juan Vivas estaba en las mejores condiciones para hacer una gran obra que recordara siempre su vida como gobernante de Ceuta. Pues goza del aprecio casi general y, por tanto, de una confianza ilimitada. Que es el mejor aval para pensar bien y tomar decisiones importantes que puedan repercutir favorablemente en la ciudad y de paso, por qué no, permitirle dejar huella imperecedera entre sus conciudadanos.

Ponía, entonces, el ejemplo de Pedro Pacheco, alcalde de Jerez de la Frontera, cuando no dudó en enfrentarse con sus muchos adversarios a fin de sacar adelante la construcción de un circuito de velocidad en su pueblo. Y lo hizo aprovechando su tirón callejero y, sobre todo, un momento donde era venerado por una miríada de personas. Obra, por cierto, que resultó ser todo un acierto y de la que viven muchas familias cuando se celebran los acontecimientos deportivos que se le asignan.

La obra que puede dejar constancia imperdurable del éxito rotundo de JV como presidente de la Ciudad, seguro que está más que meditada y hasta puede que el proyecto esté ya guardado bajo siete llaves. Me da a mí en las pituitarias que, cuando el presidente pueda anunciarla, será un momento estelar para él y un día inolvidable para los ceutíes.

Mas el hombre propone y... los problemas financieros son los que impiden que un proyecto, por importante y benéfico que sea para Ceuta, se vea realizado. De ahí mi temor a que éste, del cual sé algo, pueda quedar arrumbado y etiquetado como imposible de llevar a cabo por intransigencias políticas de quienes no están dispuestos a ceder lo más mínimo en sus pretensiones.

El temor a que Juan Vivas no pueda ver convertida en realidad una idea extraordinaria es, sin duda, el haber leído el domingo pasado, en este medio, lo que fue escrito bajo el título de “Los problemas de Acemsa”. Porque su autor dio muestras evidentes de conocer perfectamente los entresijos del Gobierno y, sobre todo, de saberse de carrerilla los enormes problemas económicos que vienen ocasionando las empresas municipales.

El firmante de lo escrito le augura un mal futuro a ese deseo que tiene el Gobierno de emprender una obra colosal en la ciudad, debido a que el presidente se ve atenazado por dificultades financieras y presupuestarias. Las cuales podrían solucionarse con la venta de empresas y acudiendo al recurso impopular de la subida de impuestos. Y uno está de acuerdo con el hacedor de “Los problemas de Acemsa”. Por entender perfectamente que sabe mucho del asunto sobre el que ha escrito.

He aquí, pues, cómo un hombre, Juan Vivas, que arrasa en las urnas y que tiene a innumerables caballas bailándole el agua, se ve imposibilitado de acometer una obra con la que sueña desde hace ya mucho tiempo. Y es así por razones tan claras como contundentes: porque para obtener dineros con los que afrontar el mayor reto de su vida municipal, necesita tomar medidas impopulares. Máxime en los momentos que corren. Y, encima, Salvador de la Encina, a la chita callando, no cesa de dar los pasos consiguientes para irse ganando la voluntad de quienes no están dispuestos a ceder un ápice de lo que tienen logrado. Y, por si fuera poco, los empleados de las sociedades municipales pierden los nervios en cuanto se les habla de privatizaciones.
 

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