José Luis Navazo es un asturiano de Gijón y reconocido
especialista en islamismo y en el Magreb, probablemente el
periodista que más cosas publicó sobre Marruecos. Fue asesor
del principal partido islamista marroquí, el Partido de la
Justicia y el Desarrollo, y vive en el país desde 2001.
Analista y colaborador del periódico «El Pueblo de Ceuta»,
cubrió los dos viajes que realizaron los Reyes de España a
Ceuta y a Melilla los pasados días 5 y 6, y hace unos años a
Tetuán, donde tuvo la ocasión de mantener un encuentro
privado durante unos minutos con la esposa del rey Mohamed
VI, Lalla Salma. Esta es la reproducción de la entrevista
concedida al diario asturiano ‘La Nueva España’
Pregunta.- -¿Qué significó el último viaje de los Reyes a
la zona?
Respuesta -Era muy esperado y creo que debería de haber sido
hace tiempo, pero se hizo en el peor de los escenarios
posibles. Lo dije antes y lo repito ahora.
P-¿Por qué?
R-Porque en diplomacia, entre otras cosas, hay que ser
diplomáticos, valga la perogrullada. Y en este viaje
coincidieron varias circunstancias que lo hacían inoportuno,
como el auto del juez Garzón declarándose competente para
investigar el supuesto genocidio de cientos de saharauis
supuestamente por altos cargos del Gobierno y del Ejército
de Marruecos durante los años 70, 80 y 90; la sentencia del
11-M, que afectó a varios marroquíes, y, sobre todo, la
celebración del 32.º aniversario de la «marcha verde» sobre
el Sahara (6-11-1975). Fue una forma innecesaria de meter el
dedo en la herida.
P-¿Fue entonces un error?
R-Como español estoy encantado con la visita, pero creo que
había mejores momentos, salvo que se quisiera expresamente
hacerla coincidir con todo eso. Y como hay tanto inútil
arriba, quizá fue un desastre de la diplomacia, 15 días
antes o después no habría tenido tanta repercusión. Y tengo
la percepción de que a los marroquíes les dolió más la fecha
elegida que la visita en sí misma.
P-¿Fueron tan multitudinarias las protestas como se dice?
R-No. En Tetuán habría unas 300 personas y en Ceuta, unas
800. La Policía marroquí lo controló todo porque temía la
infiltración y la manipulación de los islamistas. Yo creo
que estas manifestaciones en contra se producirían siempre,
pero insisto en que se eligió mal el momento y que se causó
a España un daño diplomático innecesario que alguien tendría
que haber previsto o responder de ello.
Relaciones
P-¿Cómo está ahora la relación con Marruecos?
R-Mal, pero es que nunca estuvo bien. Hay un problema de
Estado muy serio porque Marruecos nunca renunciará a sus
reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla porque lo necesita.
Es más, su tranquilidad interna descansa sobre la
agresividad externa. Ellos tienen una estrategia muy clara y
la siguen paso a paso.
P-¿Y España?
R-Hay que revisar la relación con Marruecos, son nuestros
vecinos del Sur y las relaciones tienen que ser óptimas,
pero no tenemos que ser sus amigos porque no lo somos.
P-¿Perdimos comba en la zona con respecto a Francia?
R-La France es mucha France y tiene en todo el Magreb una
política muy especial, tanto que parece que Marruecos
depende demasiado de ella, pese a que Francia también juega
en Argelia. La diferencia es que Francia tiene política
exterior y nosotros no, y en esta situación es sin duda
quien más se beneficia. De hecho, cuando Marruecos compró a
Estados Unidos los F16, Sarkozy voló a Rabat para hacer un
montón de negocios, desplazando a España de sitios de
interés, pero como aquí estamos muy ocupados haciendo
nacionalidades...
P-¿Hay algún momento clave para explicar el nuevo fracaso
de España con Marruecos?
R-Yo creo que fue a raíz del famoso «colchón de intereses»
que ideó Felipe González para amortiguar las tensiones, pero
ese invento falló, como ya se demostró en la isla de
Perejil, y no quedó nada. Con Marruecos va todo bien siempre
que se diga «amén» a todo, pero si dices no...
P-¿Qué dice Europa?
R-Europa debería de unificar una política para el Magreb
porque ya es el primer campo de batalla del islamismo
radical, además la población musulmana en Europa y en España
es un factor electoral cada vez más importante.
P-¿Qué dicen a todo esto los ceutíes y melillenses?
R-El 50 por ciento de la población es musulmana y la mayor
parte de origen marroquí, que nunca pierde la nacionalidad.
Cualquier moro, y reivindico esta palabra, sabe que Ceuta le
da más posibilidades que Marruecos, pero España no está
gestionando bien el colectivo musulmán. Marruecos, por
contra, sigue a lo suyo y chantajea a los musulmanes con el
matrimonio islámico. En Ceuta sólo hay tres personas que
casan por el rito musulmán, pero Marruecos pone muchas
dificultades para reconocer ese matrimonio. Quiere que se
casen allí y les exige la tarjeta marroquí. Es una forma muy
sibilina de marroquinización y llegado el momento sacará a
la luz los miles de ciudadanos que tiene en Ceuta y Melilla
para justificarse.
P-¿Acabarán pasando a ambas a Marruecos?
R-Está claro que ambas ciudades caminan hacia una situación
diferente a la actual y de hecho se están dando pasos, como
la construcción de un gran hospital destinado a atender a
los marroquíes. Y está claro que la salida económica de
Ceuta y Melilla es al Sur, no al Norte. Hay que ser muy
prudentes y no dar pasos irreversibles.
P-Es decir, que nos necesitamos mutuamente...
R-Sí, ellos nos invaden con una migración salvaje, nos
llenan de hachís y son la mayor amenaza del terrorismo
islamista para España. Curiosamente nos piden ayuda para
solucionar todo eso, pero tiene que ser la seguridad
marroquí quien controle a los radicales, aunque eso es meter
al zorro en el gallinero español. Es un tema serio.
P-¿Cómo se sale de ahí?
R-Ahora mismo se está utilizando la táctica de no crear
problemas, pero hay que poner las cartas encima de la mesa.
P-¿Qué hace Marruecos para frenar la inmigración ilegal?
R-El país mejoró mucho en general y el Norte en particular,
y aunque la gente sigue buscando el paso a Europa, el rey
Mohamed VI tiene un proyecto muy importante para la zona. El
problema es que el mercado laboral no puede absorber a la
gente joven.
“Para los árabes, Zapatero es débil pero es un tonto útil”
P-¿Qué imagen tiene Zapatero en el Magreb?
R-¡Tendría que saber cómo se le desprecia en el mundo árabe
por su debilidad! Zapatero defiende valores, como la
homosexualidad, que van en contra de la ética y la moral
musulmana. Pero es un tonto útil, un compañero de viaje que
ahora les interesa por su estúpido montaje de la Alianza de
las Civilizaciones. Está muy bien que tengan derecho a
ejercer su religión, pero no debería ser así hasta que los
europeos no puedan hacer lo mismo en sus países. Eso es
diálogo. Pero no, ellos tienen una máxima: os conquistaremos
con vuestra Constitución y os someteremos con nuestro Islam.
Es decir, que o te vuelves de su lado y te dejas abducir
dejando la crítica a un lado o lo pasas mal.
P-No parece usted un seguidor de la interculturalidad...
R-El tema de la interculturalidad no existe, es un cuento,
un invento de cuatro políticos que pagaremos muy caro. Pero
los españoles somos muy hipócritas. Somos un país
aconfesional, pero están los crucifijos en las escuelas. La
Iglesia católica nos hace mucho daño por no querer perder
sus privilegios.
P-¿Es lo mismo marroquinización que islamización?
R-No. Hay un islamismo radical, no marroquí, que preocupa
mucho. La marroquinización es lo que hizo Marruecos al poner
a su gente al frente de la Federación Española de Entidades
Religiosas Islámicas, y eso puede dar muchos problemas de
los que ahora no somos conscientes. El musulmán pide un
estatuto aparte en Europa y hay dos opciones: dárselo de una
vez o hacer que se adapten. Y no entiendo a la izquierda
española, tan especializada en criticar al cristianismo,
pero apoyando al integrismo musulmán. Yo creo que lo que les
une es el odio a Estados Unidos, de hecho los conversos
españoles vienen del mundo comunista.
P-¿Qué opina del 11-M?
R-No creo nada, excepto que no sabemos muchas cosas y que
otras no encajan. ¿Por qué se quemó el cadáver del «geo»
muerto en Leganés? ¿Qué se quería borrar? La inmolación de
Leganés fue muy oportuna. Hay un cúmulo de intereses para
que no salgan las cosas. Aznar cometió el error de apostar
todo en la lucha contra ETA y desoyó las advertencias del
islamismo, además le engañó su propia gente, en concreto el
comisario Telesforo Rubio. Rubalcaba sí tenía buena
información. Está demostrado que no fue por Irak, pero el PP
no estuvo a la altura para gestionar la crisis. En aquel
momento todos quisieron arrimar el ascua a su sardina y los
dos jugaron sucio.
P-¿Quién fue el autor intelectual del atentado?
R-Quien haya sacado beneficios de la situación. Y aquí hubo
beneficiarios, tanto a nivel interno como externo.
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