Si la ambición sirviera en el mundo del fútbol para repartir
los puntos según los méritos de unos y otros, en el
Francisco Bono de Alcalá se dio una supina lección de
conformismo a tenor de lo hecho por sevillanos y caballas.
Porque desde el pitido inicial hasta que el colegiado
canario señaló el final del choque tanto la AD Ceuta como el
CD Alcalá dieron la sensación de estar pensando más en
sumar, aunque fuera de uno en uno, que en ir a por el
triunfo.
Bien es cierto que el terreno de juego estaba impracticable
y que la única forma de llevar peligro a la meta rival era a
base de pelotazos o en jugadas a balón parado, pero cuando
el planteamiento inicial de los ceutíes pasó por renunciar a
uno de los dos delanteros con los que ha jugado toda la
temporada estaba claro de que iba la película.
Paradójicamente cuando enfrente estaba un rival muy limitado
técnicamente y que llegaba con urgencias después de haber
perdido sus tres últimos partidos.
Ya en los primeros compases de la contienda quedó claro las
dudas de ambos conjuntos a la hora de buscar la puerta
contraria, por lo que las ocasiones tardarían en llegar. En
los primeros quince minutos los ceutíes probaron fortuna con
sendos disparos de Javi Navarro que se encontraron primero
con un rival y después con las manos de Thorices. Por su
parte los alcalareños, romos en ataque en los primeros
cuarentaicinco minutos, apenas colgaron un balón sobre el
área de Lledó.
Poco cambiaría el panorama en el segundo tercio del primer
periodo donde las jugadas a balón parado empezaron a tener
protagonismo. Así Berruezo intentó sorprender desde la
frontal a Thorices que mandó a saque de esquina de puños.
Desde el corner precisamente fue donde los sevillanos
tuvieron su primera aproximación al rematar Pulido un balón
botado por David Carmona por encima del larguero.
Si con antelación ambos equipos habían tenido una mínima
intención de sacar jugado el esférico, a partir de ahí se
dedicaron a quitarse el balón de encima y a ver quien daba
más pelotazos.
Siguiendo el guión previsto la siguiente, como no, nació de
nuevo de las botas de Berruezo al botar una falta que fue
directamente a las manos del portero.
Pasada la media hora Enzo se fabricó la suya al bajar uno de
los muchos balonazos de los ceutíes buscando la frontal. El
argentino controló la pelota y se dio la vuelta, pero se
encontró de nuevo con Thorices al disparar.
A medida que se iba acercando el final del primer periodo
los ceutíes se fueron haciendo con el control del partido,
pero sin traducirlo en ocasiones. Unas ocasiones que,
siguiendo la pauta, llegaban en acciones de estategia y que
si por esto fuera poco lo hacieron con cuentagotas.
La segunda mitad arrancó por los mismos derroteros que había
terminado la primera. El Ceuta mejor plantado en el campo y
los sevillanos intentando sacar provecho de su condición de
local. Pero ni por esas se movía el marcador. Con intención
los ceutíes lo intentaron a través de la cabeza de Alberto o
del disparo de Álvaro, pero en ambos ocasiones se
encontraron con un Thorices atento que fue el mejor de los
suyos.
En esas el cuadro caballa dio la sensación de irse a por el
partido, pero solo fue un espejismo, ya que entonces fueron
los blanquiazules los que disfrutaron de sus mejores
ocasiones que a la larga serían las más claras del
encuentro. Primero, y en doble acción, los sevillanos se
pudieron adelantar al rematar Andrés Armada un córner en el
primer palo que sacó Lledó sobre la misma línea de gol. La
jugada continuó y el rechace lo recogió un jugador local
cuyo intento de chilena se topó con un defensa caballa que
desvió a córner.
Poco después Izquierdo, completamente solo, gozó de una
inmejorable ocasión que mandó a las nubes después de que
Ligero le pusiera un pase de la muerte tras la salida de
Lledó. Pero todavía tendrían los sevillanos una tercera
oportunidad cuando minutos después Andrés Armada falló sobre
la línea de gol una magnífica oportunidad al peinar un
compañero un córner en el primer palo.
El Ceuta intentaría poner réplica, pero con combinaciones
que no encontraron rematador. De esa forma Javi Navarro no
empaló un balón de David Fas desde la línea de fondo.
En la recta final, con los jugadores ceutíes haciendo cada
uno la guerra por su cuenta, Álvaro tuvo la última al
rematar desde la frontal una pelota suelta.
Instantes después el colegiado señalaría el final del
partido en lo que sería la séptima jornada sin lograr el
triundo a domicilio para el Ceuta. Una oportunidad
desperdiciada porque pocas veces a lo largo de la temporada
los ceutíes tendrá enfrente un rival tan débil como el
Alcalá de ayer.
|