Lunes. 12
Me cuenta lo que les voy a contar y quien lo hace es persona
de fiar. Cuyo nombre, por cuestiones obvias, me van a
permitir que me reserve. Estaba él en el sitio justo y a la
hora oportuna, cuando observó, desde su situación
privilegiada, cómo se habían enfrascado en una conversación
muy placentera Juan Luis Aróstegui y un diputado del Partido
Popular. Ajenos ambos a que por encima de ellos había
alguien que oía perfectamente lo que hablaban. De pronto
sonó el teléfono portátil del hombre que lidera el ‘Foro de
la izquierda’. Y alguien le preguntó si había leído las
declaraciones de Salvador de la Encina acerca de su reunión
con los integrantes del foro. JLA dijo que no. Como suele
hacer siempre que le preguntan sobre si ha leído tal o cual
escrito. El interlocutor lo puso al tanto de que el diputado
socialista no había caído en la trampa. Pues había declarado
a los medios que con los del foro nada de nada. Vamos, que
no iba con ellos ni a tomar el aperitivo. De modo que quien
llamaba quiso saber si Aróstegui estaba dispuesto a quemar
el último cartucho para ver si podían engatusar al hombre
que ha enviado Pepe Blanco a que consiga un PSOE ceutí, que
no lo conozca ni Fructuoso Miaja. La respuesta del líder del
PSPC fue la siguiente: nos daremos por vencido; otra vez
será. Todo ello entre las risas y complacencias del diputado
popular. ¿Les suena un Aróstegui echado por parte del PP
local para tratar de derruir todo el trabajo que haga De la
Encina? A mi no. Pero sí a mi confidente. Aunque, de
momento, Aróstegui ha pinchado en hueso.
Martes. 13
Estoy en deuda con la Asociación de Amas de Casas. Lo
recuerdo en cuanto leo que han celebrado una asamblea
general en el Hotel Parador la Muralla. Y, claro, aprovecho
la ocasión para quedar bien con Inés y con Encarna. A
quienes les prometí, hace ya su tiempo, dedicarles una
parrafada en este espacio. Por Encarna siento yo el afecto
de haberla tratado durante muchos años y haber sido muy
amigo de su marido: el siempre recordado Joaquín Silva. Con
quien no me cansaba de hablar de fútbol. Sobre todo porque a
los dos nos unía el amor por los colores madridistas.
No hace falta decir que me alegra ver a Encarna dedicando su
tiempo y prestando su ayuda a la asociación. Y dada su
extraordinaria sensibilidad seguro estoy de que su labor
será muy apreciada por cuantas personas participan a favor
de una causa que entre otras cuestiones tiene como principal
la defensa de las mujeres. Por tal motivo, Inés López,
señora con carácter y dispuesta en todo momento a luchar
denodadamente en defensa de las féminas, nos recuerda que el
próximo 25 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la
Violencia de Género. Y propone que las mujeres acudan en
masa el día 24 a la plaza de la Constitución a manifestarse.
Dicho queda presidenta. Y a mandar que para eso estamos.
Miércoles. 14
El Hotel Parador La Muralla atravesaba por uno de los
momentos más difíciles de su historia. Porque desde hacía
varios años la incuria se había apoderado de quienes estaban
obligados a velar por su mantenimiento. Los clientes se
quejaban y el establecimiento comenzaba a dar muestras
evidentes de decrepitud. Y todo ello ante la mirada atónita
de unos empleados que deseaban por todos los medios que se
tomaran las medidas oportunas. Con el único fin de hacer
posible que el Parador volviese a recobrar su tan añorada
vitalidad.
La cual se había ido debilitando sin prisas pero sin pausas
hasta el extremo de dar señales palpables de ruina. Y donde
se aposenta la ruina ya se sabe: muerte segura. La situación
era grave. Más grave de lo que podían pensar quienes no
frecuentaban el edificio. Creo recordar que algo escribí al
respecto en “El Oasis”, no ha mucho. Pues bien, la primera
decisión consistió en cambiar de director. Y Pedro Fernández
Olmedo, que así se llama el recién llegado jefe, se ha
encontrado por delante con una tarea ardua. Pero, según me
cuentan quienes lo están viendo actuar, la ha asumido con
una enorme ilusión. De momento, me consta que se ha ido
ganando la confianza de muchas personas que están dispuestas
a ayudarle en su compleja labor. Y es que el Hotel Parador
La Muralla necesita recobrar su prestigio perdido. Dado que
es un centro de referencia de la ciudad.
Jueves. 15
Leo la página donde se anuncia que el domingo comienza este
periódico a presentar su colección de fotografías
pertenecientes a la visita de los Reyes. Nos dicen que serán
ochenta instantáneas. Con papel fotográfico de alta calidad.
La verdad es que la visita de Don Juan Carlos y de Doña
Sofía está dando para mucho y en todos los sentidos. Por
cierto, que se me ha preguntado en calidad de qué fue Emilio
Cózar a la comida Real, celebrada en el Hotel Parador La
Muralla.
Y lo único que se me ha ocurrido es encogerme de hombros. Ya
que ni siquiera sabía que el citado Cózar había formado
parte de las trescientas personas más relevantes de la
sociedad caballa. De pronto, y tras las dudas de rigor,
respondí que iría en calidad de presidente de la Federación
de Fútbol de Ceuta. Que, al parecer, es un cargo que tiene
suma importancia para el Presidente de la Ciudad. Mi
interlocutor respondió con celeridad: “Por esa razón también
debieron ser invitados los presidentes de otras
federaciones”. Quia, hombre..., Emilio Cózar, además de su
cargo federativo, es asesor de Juan Vivas en asuntos de suma
importancia para la vida de esta ciudad. Y, desde luego, es
persona que debe acompañar a éste en todas las citas
extraordinarias. Y es así porque su sapiencia, en todos los
sentidos; su bagaje cultural; su prestancia en el decir, y
sus valores cristianos son los mejores avales para que ocupe
siempre un sitio a la diestra de nuestro admirado
presidente. Ello es algo que no admite la menor discusión.
Quien me preguntaba, ante mi contundente contestación, se
quedó mirándome con cara de creer que estaba ante alguien
que había perdido la chaveta. Y lo entiendo.
Viernes. 16
Leyendo me entero de que Nicolás Fernández Cucurull
participará, durante el fin de semana, en el programa
electoral de su partido. El senador del Partido Popular me
cae la mar de bien. Creo haberlo dicho ya en varias
ocasiones. Pero lo repito por si acaso los hay que todavía
no lo saben. NFC es persona preparada, atenta y nunca me
puso trabas cuando yo recurría a él para que me contase lo
justo con el fin de salir airoso en mi trabajo. Lo cual, la
verdad por delante, no fue motivo para que se librara de mis
criticas desfavorables cuando se encartó.
Con Nicolás es posible conversar siempre con la tranquilidad
que da el conocer que uno está ante alguien con capacidad de
reflexión y un saber estar demostrado innumerables veces.
Cierto es que lo conocí muy joven. Cuando en los albores de
los años ochenta estudiaba en Andalucía y allá que nos
veíamos cuando yo solía darme un garbeo por Sevilla con el
actual presidente de la Ciudad. De Fernández Cucurull se
decía que era un magnífico estudiante y una gran persona.
El tiempo ha pasado, estimado Nicolás, más rápido de lo que
yo pensaba, sin duda; pero tú has cumplido con creces los
objetivos que te propusiste. Y, desde luego, no dejaste en
la estacada a quienes confiaron en ti. Ya ves, senador, que
en ocasiones me puede la sensibilidad. Aunque algunos se
encargarán ya de tildarla de sensiblería.
Sábado. 17
Estoy a punto de salir a la calle, como cada mediodía, para
darme una vuelta por las instalaciones de El Pueblo de
Ceuta. De las que uno no se cansa nunca de decir que son
extraordinarias. Para luego continuar con mi recorrido
habitual a fin de airearme un poco, pegar la hebra con quien
se encarte y hacer tiempo para comer. De pronto suena el
teléfono. Y en cuanto cojo el aparato sé ya perfectamente a
quién pertenece la voz de la persona que me llama desde un
teléfono público. Ni siquiera me molesto cuando quiero saber
su nombre y me responde que es lo de menos en ese momento.
Eso sí, con la delicadeza suficiente para que yo no la
cortara de inmediato. Su llamada es para que, si a bien lo
tengo, indague en una historia pasada pero que por su
importancia podría interesarme mucho. Se trata de la
condonación de una deuda millonaria por parte de una
entidad, no sé si me dijo la Caja de Ahorros de Ceuta o la
actual Caja Madrid, a un sujeto que no cesa de dárselas de
honrado y de vivir siempre de su trabajo. Me explica que él
conoce a quienes hicieron las gestiones para que la trampa
quedara sin saldarse.
Y que ya está harto de oírle pamplinas a quien ha sido toda
su vida un mal pagador. Mi contestación fue la siguiente: yo
nunca he indagado en asuntos de esa índole. Y tampoco lo
haré en esta ocasión.
De cualquier modo, le aseguro que esa cuestión de la cual me
habla me era ya conocida. Y jamás he querido referirme a
ella. Dicho queda.
|