En mis dos colaboraciones
anteriores he reflexionado respecto a la histórica visita de
S.M. los Reyes, recibimiento realizado por el pueblo de
Ceuta y la crucial intervención del Presidente Vivas al
objeto de poder realizarse dicha visita.
En esta ocasión, quisiera reflexionar sobre las diferentes
críticas vertidas desde el país vecino y en particular, las
realizadas en nombre de la comunidad musulmana de Ceuta por
parte del desleal Mohamed Hamed Alí, persona sin ningún tipo
de representatividad en nuestra Ciudad y por tanto,
ilegitimado para hablar en nombre de ningún colectivo.
Debemos recordar que un acto de traición es el delito que se
comete contra la patria o contra el Estado, en servicio del
enemigo aunque, en este caso, Marruecos no recibe este
apelativo.
Declaraciones que han recibido la respuesta contundente del
Presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta,
Laarbi Maateis, representante legítimo del 90% de las
entidades religiosas y culturales de esta confesión en
nuestra Ciudad quien ha manifestado que en Ceuta no existen
marroquíes sino españoles de religión musulmana y que estos,
acudieron en gran número, 50% de los asistentes, a la Plaza
de África al objeto de mostrar su cariño a Don Juan Carlos y
a Doña Sofía.
Por tanto, la visita de S.M. los Reyes ha demostrado
claramente el verdadero sentimiento de la inmensa mayoría de
los ceutíes de religión musulmana desvinculándose
completamente del mensaje pro marroquí promulgado por
algunos indeseables que deberían ser desterrados de nuestra
Ciudad.
En definitiva, la sociedad ceutí no debe permitir la
presencia en nuestra Ciudad de traidores que debilitan
nuestra convivencia a través de actuaciones y declaraciones
realizadas influenciados por prebendas provenientes del país
vecino y por ello, deberían ser desterradas de una sociedad
democrática como la española.
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