Han pasado ya casi dos semanas desde que Sus Majestades los
Reyes de España pisaran suelo ceutí y ni siquiera el tiempo
ha conseguido acallar los ecos de la multitud, enfervorizada
ante un acontecimiento que marcaría los anales de la
historia de Ceuta.
Exactamente han transcurrido 13 días desde que el presidente
de la Ciudad, Juan Jesús Vivas Lara, alzara la voz en el
Salón del Trono del Palacio Autonómico ante la imponente
presencia de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Entonces
manifestó la necesidad de esta visita para demostrar a los
Reyes el cariño que los ceutíes les profesan. Ahora, con
varios días de por medio, ese cariño sigue latente. “Estamos
siendo testigos de un acontecimiento histórico, que nunca
vamos a olvidar y que llena de satisfacción a todos los
ceutíes; un acontecimiento capaz de unirnos y, por tanto, de
hacernos más fuertes”, manifestó el presidente a la “figura
más importante de nuestra historia contemporánea”, en un
escenario “singular para el encuentro, el diálogo y el
entendimiento”. Después de resumir algunas de las esencias
de Ceuta, en la condición de sentirse española por los
cuatro costados, Ceuta inicia su nueva andadura tal y como
dijo Vivas, afrontando “el futuro con ilusión, como una
oportunidad para seguir progresando, para aprovechar
nuestras potencialidades”.
Las muestras de cariño y afecto de los Reyes tampoco se
hicieron esperar en el desarrollo de la visita. Con una
especial “emoción y alegría” de encontrarse de nuevo en la
ciudad autónoma, Don Juan Carlos agradeció el “cariñoso”
recibimiento brindado por los ceutíes, al que
correspondieron con su “cercanía y mayor afecto”. De esta
manera se saldó el “compromiso pendiente” entre los Reyes,
que se deben, ante todo, a los españoles, y los ceutíes y
sus autoridades, reiterando el “firme respaldo y el
permanente aliento de la Corona”.
Ante este acontecimiento histórico las reacciones de
Marruecos no se hicieron esperar. Sin embargo, las aguas
vuelven a su cauce; el reino alauita ya ha pedido a los
“amigos españoles” que tiendan la mano para superar un
conflicto que perjudica a ambos países y los ceutíes
rememoran felices ese sueño hecho realidad.
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