Hace casi treinta años yo escribía
un titular parecido sobre esta categoría y eso que entonces
eran la mitad de equipos los que conformaban la segunda B.
Hoy, ya metidos en pleno siglo XXI tenemos que seguir con la
misma canción y además hay que resaltar que no se ha
mejorado, sino todo lo contrario, aunque como se ha
preferido la cantidad a la calidad, lo que era un pozo negro
sigue siéndolo, pero mucho más grande.
Nunca entendí la aparición de esta categoría, que en tiempos
de Pablo Porta se montó para contentar a algunas
federaciones y para dar satisfacciones a muchos pueblos, que
así verían que su equipo estaba en segunda división ...,
¡¡Pero qué segunda!!.
Una prueba de que esta categoría no es nada nos lo demuestra
el hecho de que hay equipos en ella que han llegado, porque
las puertas estaban abiertas, porque de haber sido una
categoría fuerte ni Baza, ni Águilas, ni Lucena, ni
Mazarrón, ni mucho menos, en su día, Jerez de los
Caballeros, hubieran sido capaces de militar en ella.
Lo malo del caso es que entrar, se entra medio bien, pero
brincar hacia arriba se convierte en un “casi imposible”
para la mayor parte de los equipos, incluso para algunos que
siempre están en la parte alta de la clasificación.
El ejemplo más palpable lo tenemos en Ceuta, donde sólo una
temporada, la 80 – 81, ha tenido un equipo en segunda A,
pasando desde la segunda B, no hablo de tiempos pasados
anteriores, y eso que a lo largo de estos, más de 25 años,
el equipo de Ceuta de segunda B, casi siempre, fue de los
que aspiraban a todo.
Tengo delante de mí la clasificación, tras haberse disputado
ya 12 jornadas del campeonato y me sorprende la igualdad que
hay. Pongamos un par de ejemplos:
Del líder Linares, al Águilas 8º, tan sólo hay una
diferencia de cuatro puntos. Esta misma jornada, en primera
división, también con 12 jornadas disputadas, del líder Real
Madrid al 8º, el Zaragoza, hay 11 puntos de diferencia.
Pero si volvemos a la segunda B y echamos un vistazo por la
parte baja, nos encontramos con que, dejando de lado al
Jaén, colista con 8 puntos, desde el penúltimo, Lorca, hasta
el 11º Melilla, la diferencia es de tan sólo 5 puntos.
Alguien estará diciendo ya que a donde queremos llegar y la
respuesta está muy clara, a hacer ver que aquí no hay ningún
equipo que destaque, ninguno que tenga cierta entidad,
puesto que todos los que conforman el grupo son equipos de
relleno, muchos de los cuales han aparecido en la categoría
hace 3 o 4 años, sin más.
Es cierto que lo que es igual para todos no beneficia a
nadie, pero no menos cierto es que, una vez que han
transcurrido 3 temporadas con el equipo en categoría ya,
antes de empezar la liga, conoces el “tostón” que va a haber
en la jornada 6ª, en la 9ª o en la 14ª, porque todos los
componentes del grupo son conocidos y no, precisamente, por
el espectáculo que dan.
Los equipos son conocidos, pero los técnicos también, con lo
que esto se está convirtiendo en un auténtico círculo
cerrado, en una rueda de entrenadores que cambian casi todos
los años y en 3 o 4 estilos de juego que se van repitiendo
como si fueran de feria en feria. La categoría, sin más, es
deprimente.
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