El que fuera entrenador bi-laureado de Europa DON Vicente
Del Bosque demostró sus dotes de paciencia y mano izquierda
en manejar ese panel deportivo galáctico o como se llame de
tanta gloria madridista, sabiendo dosificar a los que no
tenían un puesto fijo y así todos contentos y dando las
riendas a los líderes del equipo. Ni un bocinazo ni un gesto
bravucón después de casi cinco años, su sombra es alargada y
ya lo ven como futuro seleccionador nacional. Ese estilo me
lo aplico a veces a mi trabajo, yo antes entraba al trapo de
los chismes, los piques, los tiritos los cortes, etc,
después del achaque del pasado año, la terapia psicológica
era que como iba a estar con cincuenta años, porque el mundo
no iba a cambiar al gusto mío, la gente alrededor mía iba a
seguir haciendo a su antojo y a fin de cuentas uno acabó en
urgencias con pastillas debajo de la lengua. Lo que pasa es
que pienso en Del Bosque, como llevaría eso de la aguja de
la temperatura, esa de cuando se te hinchan los… y ves que
vas a pasar del chillido a la intervención inmediata,
algunos me dicen eso del mas débil, cuando la calle es libre
para partirse uno la cara a puño limpio en un descampado,
cada uno de estos espantapájaros diarios, van a seguir
pululando y haciendo a su antojo y yo como un rayo
encendido, prefiero acordarme de la terapia y no hacer un
mal gesto al mas débil, tener arte y aguante como Del
Bosque, y respetar el escalafón, a fin de cuentas me ven
débil con 85 kilos haciendo pesas, cogiendo peso diario y
subiendo todos los días el Recinto que den gracias a mi
voluntad que si no.
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