Cuando una cosa no me agrada opto, normalmente, por
rechazarla sin cortapisas y, si es cuando estoy invitado a
algo, acostumbro a exponer el motivo de mi rechazo. Siempre
he procurado expulsar la rabia sin usar epítetos ofensivos e
insultantes hacia el causante de mi irritación y lo menos
que hago es olvidarme del asunto lo más rápidamente posible.
No gano nada manteniendo una postura de rechazo de manera
permanente, ni tampoco me beneficia que siga en mis treces
cuando me doy cuenta de que me he equivocado. No ocurre así
con el presidente del PP y candidato a la presidencia del
Gobierno, Mariano Rajoy “El Empecinado Envidioso”, apodo que
a partir de ahora le endoso al líder pepero. Aclaro que éste
“Empecinado” no tiene nada que ver, ni punto de comparación,
con Juan Martín Díaz (1775-1825), aquel famoso guerrillero.
La frase de nuestro Rey, que ha dado la vuelta al mundo, no
puede ser utilizada por nadie para mantener una postura
contra otra persona. Digo esto porque “El Empecinado
Envidioso” no tiene ni un ápice de caballero; al no querer
reconocer el valor que ha echado nuestro presidente del
Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, saliendo en defensa
de quién no tenía por qué defender después del trato
recibido y que sigue recibiendo.
Considera “El empecinado envidioso” que la actitud del Rey
es la expresión del sentir general de todos los españoles
cuando no es más que una especie de orden motivada por el
enojo. Considera que es un incidente de enorme gravedad del
que es único culpable Rodríguez Zapatero por sus amistades
peligrosas y por una supuesta política internacional que
rompe el consenso… además de ser un empecinado envidioso es
un desmemoriado impetuoso éste Mariano Rajoy. Olvida que las
malas relaciones con países iberoamericanos empezaron
precisamente en la época de Aznar y la frase, con la que
ataca al presidente del Gobierno español, “quién siembra
vientos recoge tempestades” es precisamente lo que han hecho
ellos durante el mandato del PP.
La imbecilidad del líder conservador llega al punto
culminante al asegurar que Rodríguez Zapatero ha conseguido
irritar a todos. A Marruecos, Argelia y los saharuís… cuando
la irritación de los marroquíes proviene de la visita del
Rey a Ceuta y Melilla, además de por la actuación de Garzón,
más que de otra cosa. Sigue tan empecinado en su odio
personal hacía nuestro presidente -presidente de todos los
españoles lo quieran o no, al que tiene que deberle respeto-
que no se da cuenta de que él mismo, Rajoy, fomenta el odio
de los moros con sus declaraciones destempladas sobre la
valentía del Rey al visitar las mencionadas ciudades. Está
tragando la bilis expulsada por Aznar y el talante de “El
Empecinado Envidioso” se va convirtiendo en el de un
político negado para la paz. Como su jefe.
Lo que hace nuestro presidente es de mérito. Defender a
Aznar no es defender la postura de éste hacia la política
exterior. Rodríguez Zapatero ha hecho lo que tenía que
hacer: defender a un español, sea quién sea, ante la burda
configuración de las creencias de un estúpido, tan estúpido
que no se da cuenta de que el auténtico fascista es él
mismo, el “mono” Chávez, que está haciendo de Venezuela su
casa particular y convirtiendo a los venezolanos en meros
servidores a sus órdenes… que es lo que, al parecer, quiere
hacer Rajoy con los españoles. Al tiempo.
Sabemos de sobra, porque así es en la vida real, que las
amistades y las enemistades peligrosas las consiguen los
conservadores con una facilidad pasmosa. Ellos, con la CEOE
en primer lugar, realizan gestiones que esconden las
negociaciones comerciales entre países ricos y pobres y, tan
iluso es Mariano Rajoy “El Empecinado Envidioso”, al
declarar que ahora España carece de influencia en Estados
Unidos por culpa de Rodrñiguez Zapatero… pero ¿desde cuando
tiene España influencia en Estados Unidos? ¿No es al revés?
¿Los Estados Unidos no influyeron en toda la cohorte del
fascismo español para obtener una ocupación encubierta con
sus fuerzas armadas viviendo en España? ¿Los Estados Unidos
no convencieron, precisamente, a los peperos para que
participaran en la guerra de Irak? Creo sinceramente que “El
Empecinado Envidioso” se equivoca gravemente y si esa es la
política que va a seguir si gobernara… ¡Dios me salve de
votarle!
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